El nuevo fiscal general, Carlo Israel Díaz Sánchez, aseguró que “resulta vital una reorganización interna del Ministerio Público”. Ese fue uno de sus principales planteamientos durante el primer discurso que brindó este lunes 31 de octubre, minutos después de ser elegido por la Corte Plena con 15 votos de los magistrados.
Díaz afirmó que procurará “ubicar a las personas idóneas en cada fiscalía, exigir el cumplimiento de rendimientos medios, mejorar el ambiente laboral, liberando de toda forma de hostigamiento, así como descongestionar los diferentes despachos”.
Para lograr esta reorganización, el nuevo jerarca del Ministerio Público dijo que promoverá las medidas alternas, la Justicia Restaurativa y la implementación de la carrera fiscal para nombrar a los mejores profesionales en los cargos disponibles.
En una conferencia de prensa posterior a las felicitaciones de los altos jueces, Díaz agregó que buscará nombrar a las personas más idóneas en las cuatro plazas de fiscal adjunto 2, los cuales manejan cuatro “pilares fundamentales” en el Ministerio Público.
“Por ahí empezaremos esa reorganización, ahí vamos a empezar, posteriormente vamos a descender en las demás fiscalías, hay fiscalías que están atascadas, otras que no tienen tanto trabajo, entonces vamos a distribuir cargas de trabajo”, señaló el experimentado funcionario judicial, quien afirmó que algunas fiscalías especializadas han llegado a un punto de colapso, por lo que deberán discriminar causas y buscar salidas alternas para bajar esta saturación.
Agregó que entre los principales retos que enfrentará destacan la lucha contra la corrupción y la criminalidad organizada nacional y trasnacional, el narcotráfico, la efectiva tutela de las poblaciones vulnerables y el resguardo de los derechos humanos de las víctimas, las personas imputadas y de las personas sentenciadas.
“Al personal de las fiscalías, que siempre ha sido nuestro principal insumo, le pido que redoblemos esfuerzos para mejorar nuestra gestión en aras de buscar la excelencia en un ambiente laboral sano, satisfaciendo los intereses de los usuarios internos y externos”, manifestó.
Díaz, de 49 años, cuenta con casi 25 años de experiencia en el Ministerio Público, donde se ha desempeñado como fiscal adjunto 1 y 2, fiscal y fiscal auxiliar. Además, ejerció como juez 4.
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El nuevo fiscal general, además, es licenciado en Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR) y cuenta con una Maestría Profesional en Derecho con énfasis en Derecho Penal de la Universidad Internacional de las Américas (UIA).
Con una puntuación de 97,38, Díaz fue el cuarto candidato (de 20) mejor calificado en el concurso. Esta nota comprende el cumplimiento de requisitos mínimos, experiencia laboral, experiencia en supervisión de personal y estudios universitarios complementarios. A esto se le añade el puntaje obtenido en la entrevista con la Comisión de Nombramientos de la Corte Plena.
Elección de tres rondas
Previo a la votación, algunos magistrados lamentaron que de los 20 aspirantes, ninguno fuera una mujer.
Julia Varela Araya, de Sala Segunda, aseguró que esto se debió al trato que recibió la ex fiscala general Emilia Navas, quien se jubiló en junio del 2021, tras ser cuestionada por nueve inhibitorias para conocer sonados casos judiciales, siete de ellos porque su esposo representaba a alguna de las partes imputadas y otros dos porque los involucrados eran familia suya o de su equipo cercano de trabajo.
No obstante, las afirmaciones de Varela fueron rechazadas por el magistrado constitucional Fernando Cruz Castro, quien criticó la labor de Navas por no impulsar la carrera fiscal y por su manejo de casos mediáticos, como el del cemento chino.
“Los procesos en el famoso caso del cemento (chino), uno tras otro han sido absueltos, uno se queda con la inquietud si eso valía la pena llevarlo a un proceso”, afirmó Cruz.
Los magistrados también se manifestaron sobre lo extenso que fue este proceso de elección, iniciado desde agosto del 2021 y demorado en gran parte por apelaciones por parte de uno de los candidatos. Gerardo Rubén Alfaro, de Sala Tercera, incluso calificó como una “vergüenza” que el proceso se extendiera por 15 meses.
Después de esta amplia discusión, los magistrados acordaron realizar un receso de 30 minutos para discutir en privado sobre posibles conflictos de interés de algunos aspirantes.
Luego de esta pausa, inició el proceso cerca de las 11 a. m. Por segunda vez en la historia, la elección se realizó con el voto público de los magistrados. Hicieron falta tres rondas para que Díaz alcanzara los votos requeridos, es decir, 12 de 22 altos jueces, para asegurarse como fiscal general por los siguientes cuatro años.
En la primera ronda, el ahora fiscal general alcanzó nueve votos, seguido por Edgar Ramírez Villalobos con seis, Guillermo Hernández Ramírez (dos), Ewald Acuña Blanco (uno), Ronald Segura Mena (uno) y el fiscal general interino Warner Molina Ruiz (uno).
En la segunda ronda, la cantidad de aspirantes votados se redujo de seis a cuatro. Los votos a favor de Díaz subieron de nueve a 11, Ramírez recibió siete, Acuña ganó dos votos y Segura también dos.
Finalmente, en la tercera votación Díaz alcanzó 15 votos, tres más que los requeridos. Ramírez se quedó con cinco, Acuña con uno y Segura con uno.
“Hemos depositado en usted el voto de confianza, considerando que tiene los méritos, el conocimiento y los valores que le han caracterizado en su trayectoria y que no se pierda de estos”, afirma Varela, en su discurso de felicitación al recién juramentado Díaz.
Por su parte, Paul Rueda Leal, de Sala Constitucional, alertó que el fiscal general tendrá el reto de atender insatisfacciones ciudadanas, las cuales “muchas veces justificadas, alimentan un discurso antisistema que a mí en lo personal me preocupa, porque ese discurso antisistema tiene que ver con la estabilidad de la República”.