La abogada de Teodoro Herrera, uno de los tres imputados por el crimen de María Luisa Cedeño, afirmó que el asesinato ocurrió en el apartamento o cerca de la piscina del imputado Harry Bodaan, y no en la habitación donde se hospedó la anestesióloga.
Margot Arguedas, defensora de Herrera, argumentó este miércoles en sus conclusiones, en los Tribunales de Goicoechea, que el perro del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) había detectado sangre en las inmediaciones de la piscina y de un pasillo en la vivienda de Bodaan, exdueño del Hotel La Mansion Inn de Quepos y quien vivía a un lado del lugar.
En ese hotel trabajaba Herrera y estaba hospedado, para un trabajo de marketing, el imputado Luis Carlos Miranda. Ellos fueron acusados por tres delitos de violación calificada y tres de homicidio calificado, por los hechos ocurridos el 20 de julio del 2020.
Según aseveró Arguedas, el cuerpo de Cedeño, después del crimen, fue trasladado del apartamento de Bodaan hasta la habitación 3, pues en ese cuarto no había suficiente sangre, ni muestras de que hubo un forcejeo, como para creer que allí fue asesinada la víctima.
La abogada enseñó al Tribunal una foto del allanamiento en la vivienda de Bodaan, en la que se observa un consolador encontrado por los agentes, el cual pudo haber sido utilizado para provocar las lesiones en los genitales de Cedeño descritas por los forenses.
La defensora pública aseguró que esa es la única fotografía que encontró de ese objeto, el cual no fue relevante durante la investigación.
“Lejos de tomar una foto, tenerla como indicio, se relaciona con las lesiones, pero no, más bien se tapa. Si este objeto hubiese aparecido en la habitación de don Teodoro, hoy don Teodoro no estuviera enfrentando aqui tres vilaciones calificadas, estuviera enfrentando cinco, porque serían dos más con aparatos como este”, afirmó Arguedas.
“¿Es una investigación transparente? ¿Ocultar datos como este para que don Harry no se vea involucrado? No se le quiso involucrar al proceso, pensaría yo que casi a la fuerza tuvieron que incluirlo por lo que manda a decir el doctor (José Manuel) Fernández”, dijo la abogada.
Fernández es el odontólogo forense del OIJ, quien analizó las tres marcas de mordiscos encontradas en el cuerpo de la doctora, y determinó que dos de esas marcas (en la mejilla y brazo derecho) coincidían con la dentadura de Bodaan, mientras que la tercera (en el pezón izquierdo) coincide con los dientes de Miranda.
La abogada también criticó a la Fiscalía, representada por Grettel Rosales y Edgar Ramírez, por utilizar estereotipos de género y clase en sus argumentos en contra del imputado Herrera.
“Aquí han dado a entender de que jamás la víctima, ni por asomo, hubiera vuelto a ver a don Teodoro. Jamas sería capaz de tener relaciones sexuales con él (...). Que una mujer tenga un encuentro sexual con un desconocido, que tenga un encuentro sexual sin protección, no la hace ser mala mujer”, añadió.
Los rastros de semen de Herrera encontrados en el cuerpo de Cedeño, la sangre de la víctima detectada en los zapatos de él, así como los rasguños que tenía el exempleado del hotel en su cuerpo, son las principales pruebas que ha presentado la Fiscalía durante el proceso.
Arguedas, por su parte, aseguró que esos rastros de ADN fueron manipulados con la intención de inculpar a su representado.
Asimismo, señaló que Cedeño tenía el cabello mojado porque estuvo en la piscina de Bodaan, no porque la bañaran en la habitación 3, como ha asegurado la Fiscalía.
Sobre el manejo de los indicios durante el allanamiento, y a lo largo de la investigación, la defensora indicó incluso que hubo “corrupción” y “tráfico de influencias” porque Bodaan era amigo de funcionarios del OIJ. Argumentó que tras el hallazgo del cuerpo, los agentes tardaron una cantidad anormal de tiempo en avisar a un juez sobre lo sucedido. Luego, no registraron de forma correcta los indicios encontrados en el hotel y en el apartamento de Bodaan.
El juicio continuará este jueves con las conclusiones de Arguedas, antes de pasar a las conclusiones de la defensa de Miranda, compuesta por Erick Gatgens y Karolina Quirós.