La odontóloga forense española María Aurora Valenzuela, quien dejó el país luego de señalamientos de la Fiscalía, podría declarar por medio de videollamada el próximo lunes en el juicio por el homicidio de María Luisa Cedeño, señaló la defensa de uno de los imputados.
Valenzuela inició su declaración el miércoles en el Tribunal Penal de Segundo Circuito Judicial de San José, para referirse a las marcas de posibles mordidas encontradas en el cuerpo de Cedeño, las cuales vinculan al empresario Harry Bodaan y al administrador Luis Carlos Miranda al caso.
Según el odontólogo forense José Manuel Fernández, el único del país en su rama, Bodaan y Miranda no pueden ser descartados como los autores de esos mordiscos. La perito española cuestionó que esas marcas se trataran de mordiscos; sin embargo, la Fiscalía planteó la posibilidad de que dicha declaración estuviese infringiendo las leyes de ejercicio de la profesión en Costa Rica.
“La Fiscalía de Quepos y Parrita informó que lo que hizo fue remitir a la Fiscalía Adjunta del II Circuito Judicial de San José un oficio con las certificaciones del Colegio de Médicos y del Colegio de Cirujanos Dentistas, que indicaban que la señora Valenzuela no se encuentra habilitada para ejercer en el país”, señaló la oficina de prensa del Ministerio Público ante consulta de La Nación.
“La Fiscalía señaló que, al rendir peritaje en Costa Rica, debe estar habilitada por dichos colegios profesionales. Por esa razón, se solicitó a la Fiscalía Adjunta que considerara si el hecho podría constituir un presunto delito de ejercicio ilegal de la profesión”, añadió la entidad.
Erick Gatgens, abogado defensor de Miranda, indicó que Valenzuela volvió a España “por la amenaza hecha por el Ministerio Público, que le produjo una afectación seria en su salud”.
El juicio fue suspendido la mañana del jueves debido a un asunto médico de Mauricio Brenes, el abogado del Hotel La Mansion Inn, ubicado en Quepos de Puntarenas, donde ocurrió el homicidio.
El asesinato se dio el 20 de julio del 2020. Bodaan era el dueño del hotel, mientras que Miranda se encontraba realizando un trabajo de marketing. El tercer imputado, Teodoro Herrera, era empleado del lugar.
Ellos tres fueron arrestados como sospechosos de violar y asesinar a la anestesióloga, cuyo cuerpo fue encontrado en la cama de su habitación por empleados del hotel.