Un hombre de apellidos Segura Angulo, sospechoso de liderar una banda asentada en Pérez Zeledón a la que las autoridades judiciales le atribuyen el presunto delito de legitimación de capitales, y otros dos sujetos señalados como principales cómplices, Garro Núñez y Núñez Jiménez, fueron extraditados desde Panamá este martes.
La información fue dada a conocer por el medio canalero TVN Noticias, que cubrió la salida de los ticos desde el aeropuerto internacional Marcos A. Gelabert. En las imágenes se ve a Segura, alias Narizón, esposado de pies y manos, así como con una cadena que une ambos grilletes.
A eso del mediodía, la aeronave aterrizó en suelo costarricense, en el Juan Santamaría y, posteriormente, los tres sospechosos de integrar la banda desarticulada en el denominado Caso Fénix fueron llevados a los Tribunales del Segundo Circuito Judicial, en Goicoechea, donde fueron puestos a las órdenes de la Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales y Persecución Patrimonial para ser indagados.
Los tres individuos fueron detenidos el pasado 12 de abril en Chiriquí, Panamá, después de la Operación Quijote, hecha por la Policía Nacional de ese país. Esa diligencia tenía como objetivo la localización y captura de personas que, presuntamente, estaban vinculadas a delitos contra el orden económico, que allá denominan blanqueo de capitales.
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Wálter Espinoza Espinoza, director de la Policía Judicial, explicó que la captura de estas tres personas, quienes permanecían en fuga desde febrero de este año, implicó una coordinación detallada entre autoridades ticas y panameñas.
Precisó que luego de que Segura, Garro y Núñez no fuesen aprehendidos en los allanamientos del 28 de febrero anterior, se gestionó mediante la oficinal de la Policía Internacional (Interpol) en Costa Rica, a cargo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), una orden de captura internacional, la cual dio resultados cuando las autoridades panameñas ubicaron a los hombres.
“Por medio de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio Público se gestionó la extradición de estas tres personas (Segura, Garro y Núñez) y hoy (martes) estamos materializando las acciones que hizo el OIJ y las gestiones que desarrolló la Fiscalía General”, afirmó Espinoza, quien agregó que en el traslado de los sujetos participaron el Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT), la Sección de Cárceles de San José y el Servicio de Vigilancia Aérea.
El jefe policial calificó la situación como un “desplazamiento de alta seguridad de mucha complejidad operativa” y dejó ver que espera que, a partir de la audiencia de solicitud de medidas cautelares, los sospechosos cumplan con prisión preventiva mientras avanza la investigación.
Hospedaje en Panamá
Días atrás, La Nación dio a conocer que un costarricense que también tiene la nacionalidad panameña y que era buscado por Costa Rica, pues se le atribuye formar parte de una banda dedicada al tráfico de drogas y lavado de dinero que operaba en el cantón de Corredores, fue la persona que hospedó a Narizón y sus dos cómplices.
Se trata de un vecino de la comunidad de la Cuesta, cantón de Corredores, de apellidos González Corella, de 38 años, quien figura como prófugo en la investigación conocida como Caso Pancho Villa o caso Darwin. Este hombre, a su vez, es señalado por las autoridades panameñas como uno de los cabecillas de la organización dedicada al blanqueo de capitales que se desestructuró en la Operación Quijote.
Fue en ese momento que también se detuvo a Segura, Núñez y Garro y se informó a Costa Rica para las diligencias correspondientes.
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El caso
El Caso Fénix comenzó a investigarse cuando las autoridades recibieron una alerta financiera que ingresó en el 2019 a la Unidad de Inteligencia Financiera del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), en la cual se detallaba que estaba funcionando una organización que, en apariencia, se dedicaba al lavado de dinero por medio de múltiples negocios, entre ellos la ganadería, la venta de llantas, los lubricentros, las verdulerías, los bares y los restaurantes. El asunto se destapó porque uno de los integrantes de la banda registró “una conducta inusual en cuanto a los flujos de dinero”.
Luego de múltiples investigaciones que incluyeron intervenciones telefónicas y que fueron dirigidas por la Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales y Persecución Patrimonial, se logró identificar a 19 personas físicas, así como 19 personerías jurídicas como involucradas en el ilícito. Con base en esos datos, el 22 de febrero pasado se hizo un operativo para desarticular a la organización, que operaba principalmente en el cantón de Pérez Zeledón.
En la acción policial solo se detuvo a 10 de los presuntos integrantes del grupo; otros cuatro, considerados los principales implicados, se habían dado a la fuga. Durante los allanamientos se decomisó dinero en efectivo cuya suma asciende a ¢5.155 millones, entre dólares y colones, los cuales ocultaban principalmente en compartimentos fabricados en vehículos. También se les incautaron ¢941 millones derivados de la subasta del ganado confiscado a los miembros del grupo
Respecto a los que estaban en fuga eran Segura (47 años), su compañera sentimental, Chacón Vargas (39), así como dos sujetos que serían sus principales aliados, apellidados Garro Núñez (42) y Núñez Jiménez (37). De ellos, Chacón sigue sin ubicarse.
Información actualizada a las 9 p. m. con nuevos datos