Una serie de conversaciones que constan en el expediente del Caso Fénix revelan que el presunto líder de una banda asentada en Pérez Zeledón, que al parecer se dedicaba a lavar dinero, contactó a dos hermanos en busca de información para colocar parte de sus ingresos en Islas Caimán, considerado uno de los paraísos fiscales que existen en el mundo.
Diversas intervenciones telefónicas hechas como parte de la investigación que constan en la causa 19–000082–1322–PE, de la cual La Nación tiene copia, detallan que en una fecha no especificada dos sujetos de apellidos Rojas Rodríguez hablaron acerca de los movimientos que se podían hacer si se habilitaba una cuenta en el exterior. Uno de ellos estaba acompañado por el supuesto cabecilla del grupo, de apellidos Segura Angulo, quien también planteó una serie de consultas.
Acá un extracto de la conversación entre estos hombres:
Rojas 1 (R1): – Aquí lo tengo en speaker (altavoz), ¿cuánto es lo que se puede depositar en efectivo en Gran Caimán? ¿En las cuentas?
Rojas 2 (R2): – ¿En efectivo?
R1: – Ajá, diario.
R2: – Bueno, el país tiene un límite de ingreso de 15.000, el país como tal.
R1: – ¿15.000 diarios?
R2: – Usted puede ingresar con 15.000, exacto.
R1: – Ah, ok, ok. Es que le estaba mencionado a Segura (ellos usan el nombre de este sujeto) lo del express y lo de la transacción que está haciendo usted con Gran Caimán, las utilidades, que no se pagan impuestos y toda esa cuestión.
R2: – Sí, la ventaja es mucha. Por ejemplo, usted puede dar una factura por cualquier monto y está exenta de impuestos de todo. Entonces, por ejemplo, digamos yo por los servicios que le ofrezco a M... le facturo trescientos, 400.000 por año de asesoría y eso sale en una factura en Caimán a él, a la compañía de él de Estados (Unidos) y es totalmente libre de impuestos.
R1: – Sí, sí, hable.
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Segura (S): – ¿Pura vida?
R2: – Todo bien, pura vida.
S: – Una pregunta, si yo ocupo plata de Gran Caimán, ¿cómo me la transfiero yo aquí? ¿Tengo problemas o no?
R2: – No, para nada. De hecho yo tengo cuentas, mi empresa está en Caimán registrada y yo tengo cuentas en Londres, en Estados (Unidos), en Alemania y desde cualquiera de esas cuentas puedo transferir a cualquiera, ya se internacionaliza.
S: – ¿Igual las tarjetas bancarias? ¿No hay problema?
R2: – No, no. Te dan una tarjeta de débito de las cuentas para que vos podás usarlas en cualquier lado, en cajeros, en comercios, de hecho mucha gente lo que hace es eso, que cuando ya es un negocio muy grande establece compañías en el extranjero para que sea más rentable.
S: – Ah, ok, ok.
R2: – Pero si es facilísimo, realmente.
S: – Ah bueno, bueno, pura vida, cualquier cosa ahí estamos hablando.
R2: – Claro, pura vida.
S: – Estamos intentando conquistar el mundo.
R2: – Eso es, eso es, es mejor hacerlo desde el Caribe.
S: – Eso es lo que más me gusta.
R2: – Más bonito.
S: – Pura vida, saludes.
R2: – Con gusto, chao.
Para las autoridades, ese primer contacto es una muestra de que Segura, en apariencia, buscó como disponer del dinero que tenía fuera de Costa Rica, siempre que tuviese acceso a este de alguna otra forma. Sin embargo, en el expediente no consta que se haya abierto alguna cuenta fuera de territorio nacional.
El pasado 22 de febrero, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales desarticularon una organización que, presuntamente, se dedicaba al lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Sin embargo, a pesar de aprehender a 10 personas que en la actualidad cumplen medidas cautelares alternas a la prisión, los principales miembros siguen en fuga.
Se trata del presunto líder de la agrupación, de apellidos Segura Angulo, conocido como Narizón (47 años); su compañera sentimental, Chacón Vargas (39), así como dos sujetos que, supuestamente, forman parte de sus principales aliados, apellidados Garro Núñez (42) y Núñez Jiménez (37).
Durante las diligencias se decomisó una gran cantidad de dinero, cuyo conteo asciende a ¢5.155 millones en efectivo, entre dólares y colones, que se ocultaban principalmente en compartimientos ocultos de vehículos. También se les incautaron ¢941 millones derivados de la subasta de ganado confiscado.
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