El empresario italiano Matteo Quintavalle murió tras sufrir una intoxicación con cianuro, revelaron los resultados de la autopsia, confirmados ayer por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
La Policía Judicial agregó que ahora se investigará por qué el italiano ingirió la sustancia, si lo hizo en forma voluntaria o fue forzado.
El cianuro es el más conocido de los venenos, ya que actúa sobre las células de los centros respiratorios, quitándoles el oxígeno.
El deceso de Quintavalle, de 43 años, se remonta al pasado 28 de marzo, dentro de su residencia, en San Rafael de Escazú, donde fue encontrado inconsciente y sin pulso, según el reporte de la Cruz Roja.
El cuerpo del foráneo fue localizado por familiares, a quienes les extrañó que no bajara a desayunar, como lo hacía siempre.
El día de su muerte, los agentes judiciales hallaron botellas plásticas y algunos vasos de vidrio con líquidos cerca de Quintavalle.
Dos días antes, agentes judiciales habían allanado la vivienda del italiano en busca de evidencias, como parte de una investigación por una estafa con propiedades que rondaba los $2 millones.
A manos llenas. Quintavalle empezó a figurar en nuestro país en octubre del 2005, cuando hizo donaciones para obras sociales en Santa Cruz, Guanacaste. En ese entonces, las ayudas fueron frenadas luego de que el municipio local cuestionó el origen de los dineros.
En marzo del 2007, su nombre volvió a figurar cuando ofreció $3 millones por Liga Deportiva Alajuelense. La Directiva del club rechazó la oferta, por lo que Quintavalle intentó comprar Carmelita, sin éxito.
En el momento en que se le cuestionó a Quintavalle sobre la procedencia del dinero, afirmó que era de inversionistas estadounidenses.
Explicó que a su llegada a Costa Rica trajo $4 millones y que tras varios negocios, el capital, para el año 2007, había crecido a $28 millones.
En mayo de ese año, el extranjero anunció que había contratado a Allan Alemán, uno de los mejores jugadores del momento y quien era ficha del Deportivo Saprissa. A Alemán le ofreció una casa valorada en $85.000 y un carro último modelo de $90.000. También el empresario contrató a los futbolistas Rónald la Bala Gómez y Wilson Muñoz.
Los problemas legales del italiano se iniciaron en junio del 2007, luego de que el Banco de Costa Rica (BCR) le cerró 11 cuentas bancarias por diversos motivos.
Un mes después fue detenido por los delitos de estafa, intermediación financiera ilegal y legitimación de capitales, por lo que le dictaron seis meses de prisión preventiva que descontó en San Sebastián. En el momento de su deceso, Quintavalle tenía abiertas dos causas en las que figuraba como imputado por el delito de estafas.