Un menor de 15 años es el principal sospechoso de lanzar una ráfaga de disparos entre la noche del domingo 26 de febrero y la madrugada del lunes siguiente, que acabó con la vida de Samuel Arroyo, un menor de ocho años a quien una bala perdida se le alojó en el corazón mientras dormía en su casa en Zapote.
El juicio comenzó a las 8 a. m. de este lunes en la sala 6 de los Tribunales de San José, donde se desarrolla de manera privada, pues el imputado es menor de edad. Se le acusa de tentativa de homicidio, debido al accionamiento de arma de fuego en una zona muy poblada.
Tras la lectura de la acusación, Luis Arroyo, padre del niño fallecido, dijo que fue muy doloroso escuchar la pieza acusatoria y recordar momentos que no le desea ni al peor enemigo.
Para esta semana se espera que testifiquen ambos padres de Samuel, una de sus abuelas y varios vecinos del barrio La Gloria, donde cayeron los proyectiles de fusil de asalto AK-47, uno de los cuales atravesó la pared de la casa, así como la cama donde el escolar dormía.
“Dejamos todo en manos de Dios, sabemos que nos rigen las leyes terrenales, pero también las leyes celestiales”, expresó Arroyo, quien afirma que acuden en busca de justicia para su hijo.
Tras resultar herido, Samuel fue operado de emergencia en el Hospital Calderón Guardia, y luego fue trasladado al Hospital Nacional de Niños, donde falleció la noche del 28 de febrero. La herida le produjo lesiones graves en la arteria femoral y en su corazón. Primero fue declarado en muerte neurológica en la Unidad de Cuidados Intensivos y horas después, el centro médico confirmó su deceso.
A la salida de la primera audiencia de este debate, Walter Chaves, abogado defensor del quinceañero imputado, afirmó que va a insistir en la inocencia del joven, pues en aquella ocasión hubo al menos dos balaceras y es posible que hasta tres en momentos diversos.
“Ningún testigo puede haber observado a mi defendido, no solo porque él no participó, sino porque nadie vio. Es un lugar complicado, muy cerrado y era a altas horas de la noche, por eso consideramos que va a ser muy difícil que se pueda asentar una responsabilidad penal contra él”, afirmó el defensor a Telenoticias.
Lamentó lo ocurrido, pero dijo que en medio de un proceso que es delicado, el análisis global de la prueba les va a permitir demostrarle al tribunal que no se le puede achacar responsabilidad penal al joven por el delito que se le atribuye.
Las disputas por drogas son frecuentes en el lugar donde ocurrió el tiroteo y desde la vía pública o a pocos metros de las casas disparan los grupos rivales que se pelean territorios entre el río María Aguilar y La Gloria. Según vecinos, las detonaciones se registran a diario. Unos de los grupos narco se denominan los Fox y su rival se conoce como La Vindas.