Los magistrados del Poder Judicial se enfrentan a una inusual división en la elección del presidente de la Corte Suprema de Justicia, la cual este lunes podría alcanzar quince rondas de votación en tres sesiones diferentes.
En los últimos 32 años, desde 1990, ninguna de las diez elecciones celebradas en ese periodo había superado las seis rondas, según consta en las actas de Corte Plena facilitadas por el Poder Judicial a La Nación. En la actual elección, se efectuaron cinco rondas el 29 de agosto, sin que ningún candidato alcanzara los 12 votos requeridos de los 22 magistrados que componen la Corte Plena.
La Corte se reunió de nuevo el 5 de setiembre para otras cinco rondas infructuosas, las cuales dejaron en la última votación a Luis Fernando Salazar (Sala Constitucional) con nueve votos, Patricia Solano (Sala III) con seis, Roxana Chacón (Sala II) con cuatro, Orlando Aguirre (Sala II) con tres y Luis Guillermo Rivas (Sala I) con cero. Aunque entre sesiones podría aparecer un candidato nuevo, ningún otro magistrado ha mostrado interés en unirse a los cinco aspirantes originales.
Quien resulte ganador de estos comicios sucederá a Fernando Cruz, magistrado de Sala Constitucional que en el 2018 requirió cuatro rondas para ganar la presidencia luego de la jubilación de Carlos Chinchilla, quien había recibido una sanción administrativa relacionada con la desestimación de una causa penal contra dos exdiputados ligados al caso del cemento chino.
En aquel 1.° de agosto del 2018, en la primera ronda se repartieron diez votos entre Cruz y Orlando Aguirre, y dos fueron para Fernando Castillo, de Sala Constitucional. En segunda ronda, Cruz obtuvo 11 votos, Aguirre nueve y Cruz mantuvo dos.
Antes de la tercera ronda, Castillo anunció su retiro. En esa votación, Cruz recibió 11 votos, Aguirre diez, y hubo un voto en blanco. Finalmente, en la cuarta ronda Cruz alcanzó 13 votos, uno más que los requeridos para convertirse en el jerarca judicial.
Un año antes, el 22 de mayo del 2017, Carlos Chinchilla (Sala III) solo necesitó una ronda, en la cual recibió 17 votos, para superar a Luis Guillermo Rivas, quien quedó con cuatro. El voto restante fue en blanco.
Cuatro años antes, se dio una elección compleja que se extendió durante dos sesiones de Corte Plena. El 6 de mayo del 2013, iniciaron en la contienda Zarela Villanueva, de Sala II, y José Manuel Arroyo, de Sala III. La primera ronda dejó a Villanueva con nueve votos, Arroyo con cinco y ocho papeletas en blanco. En las cuatro rondas siguientes rondaron las mismas cifras, hasta que al final de la sesión Villanueva quedó con ocho votos, Arroyo con cinco y nueve votos en blanco.
Una semana después, se les unió una candidata nueva, Magda Pereira de Sala III. La Nación había reportado en aquel momento que se alcanzó un pacto para que Arroyo le diera la adhesión a Villanueva.
La primera votación de la segunda sesión bastó para darle a Villanueva la victoria con la cantidad justa: recibió 12 votos frente a ocho de Pereira, uno de Arroyo y uno en blanco.
Antes de esta elección, transcurrió un amplio periodo en el que los magistrados alcanzaban consensos con mayor facilidad. Durante siete votaciones en 21 años, el presidente quedó definido tras solo una ronda o incluso se ratificaba la reelección sin necesidad de que otros postularan candidaturas.
La década de los 90
Durante la década de los 90 existió un apoyo predominante al magistrado Edgar Cervantes de Sala I, quien ganó tres elecciones en ese periodo.
El 13 de diciembre de 1990, luego de la jubilación de Miguel Blanco Quirós, Cervantes fue electo para el resto del periodo con 14 votos a su favor, frente a ocho para el constitucional Jorge Baudrit.
En 1991, Cervantes conservó el cargo por cuatro años más tras obtener 20 votos, otra vez con Baudrit de escolta, con dos votos.
Asimismo, el 28 de abril de 1995, 21 magistrados respaldaron a Cervantes para que continuara como jerarca del Poder Judicial, mientras que Luis Paulino Mora recibió un voto. En 1999, Cervantes intentó reelegirse, pero el 28 de abril de ese año el voto quedó 11 contra 11, por lo que al magistrado le faltó un voto para ratificar su elección.
“Si yo hubiera hecho algo malo no me hubieran organizado este acto. Enhorabuena que fui víctima propiciatoria y fui sacrificado. Que me sacrifiquen cuantas veces sea necesario si eso va en beneficio de la patria”, expresó Cervantes, luego de anunciar que se acogía a su jubilación.
La era de Luis Paulino Mora
Entre 1999 y el 2011 se celebraron cuatro elecciones, y en todas la Corte Plena decidió otorgarle la presidencia a Luis Paulino Mora, de la Sala Constitucional.
El 12 de julio de 1999 se realizó la primera elección con acceso abierto a la prensa. En aquel momento, Mora sucedió a Cervantes tras ganar con 20 votos, su oponente Rodolfo Piza Escalante retiró la candidatura y hubo dos votos en blanco.
En el 2003, los magistrados simplemente votaron si reelegían o no a Mora. 21 decidieron a favor de la reelección, y solo uno en contra, similar al 2007, cuando 19 altos jueces votaron por mantener a Mora en el cargo. En el 2011, el entonces presidente declaró su intención de no reelegirse.
“No puedo negarles de que en mi familia hay un grupo de miembros que creen que el plazo en que he ocupado el cargo es ya suficiente, pues debo acogerme a la jubilación a la que tengo derecho, sin embargo, conforme lo conversado con algunos de ustedes, que me lo han hecho saber también, hay temas que todavía están por terminar y debería dejarlos ya resueltos”, dijo Mora en la sesión del 13 de junio del 2011.
Finalmente, el magistrado constitucional aceptó postularse de nuevo, y fue reelecto de manera unánime. Mora ocupó el cargo hasta su fallecimiento, el 17 de febrero del 2013.