Poco más de cinco meses han pasado desde que, el 15 de junio pasado, un hermano de Luany Valeria Salazar Zamora encontró el cuerpo de ella apuñalado, metido en una bolsa y enterrado en una casa vecina a la suya, en Linda Vista de Río Azul, en La Unión de Cartago.
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En este tiempo, las autoridades completaron las diligencias necesarias para poder tener la investigación a punto de finalizar, según confirmó la Fiscalía de La Unión ante una consulta de este medio.
Como imputado en este caso se maneja a un sujeto, de apellidos Mejía Araya, de 36 años, quien fue capturado en Heredia un día después de que los familiares de la joven, de 23 años, encontraran su cadáver.
Desde ese momento y hasta la fecha, él descuenta prisión preventiva por el homicidio calificado en perjuicio de la muchacha, a quien apuñaló en siete ocasiones.
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“La Fiscalía indicó que la causa relacionada con el homicidio de la joven Salazar se encuentra en la fase final de investigación. A solicitud de este despacho, el imputado permanece en prisión preventiva”, reza el correo electrónico enviado por esa oficina.
No se precisó dentro de cuánto tiempo se podrá tener mayores detalles sobre la solicitud fiscal que haría el ente acusador ante el Juzgado Penal de la zona (si acusa o no al presunto asesino), ya que “esta etapa no es pública, en apego al artículo 295 del Código Procesal Penal”.
La desaparición y posterior hallazgo
La última vez que los familiares de Luany la vieron con vida fue la noche del martes 9 de junio en su casa en Linda Vista, cuando una amiga de ella la llegó a buscar para irse a fumar un cigarrillo.
De acuerdo con la versión que la mujer dio a los familiares de la víctima, ellas estuvieron juntas hasta tarde en la casa de otro conocido, quien vive en el mismo barrio.
Sin embargo, detalló, estando ahí llegó un hombre y le dijo a Luany: “Vamos, que le tengo un negocio”. Y la sacó de la casa.
Luego, a las 6:40 a. m. del miércoles siguiente, la mamá de Luany recibió un mensaje del celular de su hija, en donde alguien le escribió que ya casi llegaba. Eso nunca ocurrió.
Los parientes se desesperaron y le preguntaron a todos por el paradero de la joven. Ahí fue cuando se enteraron de que un hombre, de apellido Mejía Araya y a quien la familia conoce desde hace muchos años, la llegó a sacar de aquella vivienda.
Por eso, se le acercaron y le cuestionaron por lo ocurrido esa noche, a lo que supuestamente Mejía respondió que la había dejado en la alameda que conduce a la casa de ella, a eso de las 3 a. m. del miércoles 10 de junio.
Con esos datos, la familia de la muchacha acudió a la sede del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en San José el jueves 11 de junio a las 5:55 p. m. y cada vez que tenían algún dato nuevo lo comunicaban.
Sin embargo, afirmaron que la respuesta por parte de la Policía Judicial fue nula y por eso los parientes emprendieron su propia búsqueda. Casi una semana después de la desaparición, pidieron entrar a la vivienda en donde Luany fue vista por última vez.
José Luis Ramírez Zamora, hermano de la muchacha, llegó al patio y, al ver tierra removida, comenzó a escarbar. Entre la tierra había una bolsa y dentro de esta se encontraba el cuerpo de la joven.
Avanza pesquisa contra director del OIJ
En paralelo a la intensa búsqueda, la familia de la muchacha seguía insistente en que las autoridades no se tomaron con seriedad el asunto de Luany, al punto de que denunciaron tanto a Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial, como a la delegación de Tres Ríos por un supuesto incumplimiento de deberes.
Por ello, la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (Fapta) abrió la causa 20-000088-1218-PE para indagar si efectivamente se está frente a la comisión de ese delito.
Sobre esa investigación, la Fapta comunicó que aún está en proceso y que, como aún está en una etapa privada para terceros, no se puede facilitar ningún dato al respecto.
En paralelo a esa pesquisa penal, Espinoza se presentó a finales de junio a una comparecencia en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa, en donde él salió al paso de las críticas recibidas.
En ese encuentro con los diputados, aseguró que, desde que ingresó la denuncia, se le dio el seguimiento oportuno y, sin ahondar en detalles, enumeró algunas de las diligencias realizadas.
Primero, recibieron la denuncia y, segundo, elaboraron el perfil de la víctima, el cual les permitió conocer que ella mantenía una relación sentimental con un sicario de la banda narco liderada por Luis Ángel Fajardo Martínez, alias Pollo y quien está preso en Nicaragua.
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Asimismo, esa victimología reveló a los agentes judiciales que la joven tenía nueve meses de trabajar en el hotel El Rey, ubicado en San José centro y que, en una fecha desconocida, Luany se vio envuelta en una confusa situación en la que dos hombres y otra mujer tuvieron un enfrentamiento en un motel en Paso Ancho, San José.
“Ese hecho concluyó con una balacera y con una apertura de una investigación en la que la joven Luany figuraba como víctima del delito”, relató Espinoza en aquel momento.
Esclarecieron, también, su relación con el consumo de drogas, así como un viaje que realizó a Reino Unido, en un momento no dado a conocer.
Luego de tener una idea más clara de quién era Luany y cuáles eran sus movimientos habituales, los investigadores encaminaron sus esfuerzos para dar con su paradero y, como parte de ello, visitaron el sitio, hablaron con la mamá de la muchacha y hasta encontraron el celular de la joven en un taller josefino, detalló Espinoza.