El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo la madrugada de este miércoles a una banda criminal sospechosa de secuestrar a dos empresarios costarricenses en los últimos meses.
Al parecer se trataría de los responsables del secuestro del dueño de gimnasios Jorge Angulo, ocurrido en enero anterior, así como del secuestro del exdirectivo de BAC Credomatic y presidente de Agrosuperior, Jaime Gurdián, sucedido la semana pasada.
El trabajo fue realizado por la Unidad de Secuestros de la sección de Delitos Varios del OIJ, en colaboración con la Oficina de Planes y Operaciones (OPO).
Para la captura se realizaron un total de 10 allanamientos en diferentes puntos del país, como Cartago, Heredia, Jacó de Puntarenas, Grecia de Alajuela y Desamparados y Curridabat de San José.
Randall Zúñiga, director general a.i del OIJ, explicó que en ambos secuestros los sospechosos habrían interceptado a las víctimas para llevarlas a un lugar de custodia, desde donde solicitaban el dinero por los rescates.
Se detuvo a un total de 10 hombres y una mujer de entre 30 y 50 años, en una operación en la que participaron 200 oficiales y unos 70 vehículos judiciales.
Entre los capturados están las personas que ejecutaron el secuestro, así como los intelectuales o cabecillas del grupo criminal que se habrían dedicado a negociar el rescate, entre ellos un ingeniero con conocimiento en criptomonedas.
“Con la investigación realizada se logró individualizar a estas personas, que serán pasadas con un informe al Ministerio Público para lo correspondiente”, indicó el OIJ.
Tras consultas de La Nación, el director del OIJ respondió que no podía referirse a los montos que se pagaron por los rescates de los secuestros y que al parecer la banda estaría vinculada con un tercer caso que no se ha hecho público.
Respecto al tipo de inteligencia que utilizaban para elegir a las víctimas, Zúñiga contestó que “eso es parte de lo que se está tratando de identificar, ya decomisamos celulares y computadores personales para ver si existen algún vínculo o elemento en común entre ambos secuestros, si alguien los pone o entrega como se dice popularmente, o si son situaciones aisladas”.
Para la Policía, es evidente que existe relación entre ambos casos, pero reconoce que necesita más evidencia para confirmarlo.
En conferencia de prensa, el director del OIJ y el fiscal general, Carlo Díaz, dieron un mensaje de tranquilidad al país al indicar que en realidad la industria del secuestro no ha florecido en el territorio nacional, porque solo se dan de ocho a 12 casos al año.
Detallaron que por la investigación que ya se había realizado con el caso del empresario Jorge Angulo fue más fácil detener a la banda luego del secuestro de Jaime Gurdián. Además, indicaron que los perpetradores de ambos casos residían principalmente en Cartago y contaban con antecedentes criminales, a diferencia de los cabecillas que tenían su expediente limpio.
Sobre la repartición del dinero obtenido con los delitos, al parecer el equipo de inteligencia de la agrupación habría obtenido más ingresos que los perpetradores, pero fueron estos últimos quienes se evidenciaron al comprar motos, ropa y pagar hospedajes turísticos rápidamente. De hecho, en uno de los allanamientos se encontraron a 28 personas en unas cabinas en la playa.
Por último, los jerarcas le solicitaron a la prensa mantener un perfil bajo cuando ocurran estas situaciones, porque si se publica que el OIJ está a cargo del tema mientras está ocurriendo se puede poner en peligro a las víctimas.
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