Cuando los reos de la cárcel Jorge Arturo Montero Castro, conocida como La Reforma, tenían que llamar a terceros para estafarlos, no improvisaban. Por el contrario, estaban más que preparados para ese contacto pues preelaboraban los diálogos.
LEA MÁS: Justicia tardó cuatro meses en descubrir ‘call center’ para cometer estafas desde La Reforma
La información fue revelada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a La Nación, luego de que se les preguntara por la tramitación del expediente 19-017027-0042-PE, en donde se investiga la creación de un call center en el 2019 para cometer estafas desde ese mismo centro penal.
Los seis señalados por ese hecho son todos presos, identificados con los apellidos Saballos, Cordero, Garita, Tencio, Segura y Madrigal, quienes cumplen condenas por homicidio, robo, violación y venta de drogas.
Según indicó la Policía Judicial, con motivo de recolectar pruebas para ese caso, el 11 de noviembre del 2020 y el 3 de marzo pasado realizaron dos allanamientos en el módulo D de esa prisión, sitio donde operó aquel ilegal centro de llamadas.
La primera intervención policial estuvo a cargo de la Sección de Fraudes del OIJ y lograron decomisar varios celulares, chips, así como varios documentos que tenían escritos diálogos, los cuales supuestamente eran usados por los presos a la hora de contactar las víctimas.
La segunda acción fue hecha por agentes del OIJ de Liberia, Guanacaste, quienes también incautaron papeles con información bancaria y con otros datos sensibles de varias víctimas, así como también guiones para hacer caer a los ofendidos.
No trascendió la fecha de utilización de esos datos o celulares ni a quién o quiénes les pertenecían esos papeles.
Por el momento, toda la información que se recabe se irá agregando a ese expediente, el cual avanza “en la etapa de recolección y análisis de prueba”, comunicó la Fiscalía Adjunta de Fraudes y Cibercrimen.
20 meses de investigación
El call center fue descubierto en agosto del 2019, luego de que se viralizara en redes sociales una grabación hecha por uno de esos mismos reos.
En el video se observa a un recluso sentado sobre unos pequeños armarios, fumando un puro de marihuana y, al mismo tiempo, buscando en un cuaderno de apuntes quién sería su próxima víctima. “Haciendo la platica del día de hoy”, se le escucha decir.
A unos cuantos pasos de él estaban otros tres reclusos presos, todos de pie y hablando por celular. “Don Rodolfo, en este caso, nuestra preocupación sería el dispositivo que usted tiene que se reportó como extraviado. En este momento, el que se encuentra activo es el de la señora Laura, por favor traiga el que nosotros le suministramos”, le dice otro de los privados de libertad al hombre con quien conversaba por teléfono.
Horas después de darse a conocer, Justicia dijo que hasta ese momento se enteraban de la situación, pero que, por ciertas peculiaridades del video, sabían que había sido tomado más de cuatro meses antes.
Como primera medida, la autoridad penitenciaria reubicó a los seis investigados dentro de ese mismo centro. Actualmente, ellos continúan separados por ámbitos, pero “no podríamos suministrar más detalles por motivos de seguridad”, puntualizó Justicia ante la nueva consulta.
Otra de las medidas fue abrir una investigación administrativa para conocer si algún policía habría facilitado la comisión de esos delitos, indicó Pablo Bertozzi, quien en ese entonces era el director de la Policía Penitenciaria.
Se le pidió a Justicia una actualización sobre ese proceso interno, pero se limitó a responder que, 20 meses después, aún continuaba abierto.