“Hemos sido respetuosos del proceso, de las autoridades, de las instancias en las que se está desarrollando. El dolor permanece, es algo con lo que vamos a tener que aprender a vivir”. Esas fueron las palabras de Laura Tacsan, hermana de María del Carmen Tacsan, luego de escuchar la absolutoria de Carlos Andrés Pérez Hernández, sospechoso del asesinato de su pariente.
Según Tacsan, el dolor más grande que han vivido como familia fue el 19 de setiembre de 2020, cuando los llamaron y les dijeron que María ya no estaba y desde entonces han vivido confiados en el proceso judicial que culminó esta mañana en los Tribunales de Heredia.
Los jueces Sianny Mata, Juan Carlos Morales y Guillermo Ampié determinaron que bajo el principio in dubio pro reo (duda) no podía determinarse que Pérez Hernández era el culpable del feminicidio, a pesar de que la causa de muerte, según la autopsia, fue homicida.
Al consultarle si desean continuar en el proceso y si apelarán la decisión, la pariente de la fallecida expresó que en este momento la familia Tacsan Ulate no está en condiciones para responder esa pregunta.
“Una situación como la muerte de María es muy difícil, me imagino que los abogados van a decidir si las fallas técnicas pesan”, expresó.
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Antonio Ortega Vindas, abogado de la familia, enfatizó que aunque son respetuosos también de la decisión del tribunal, no comparten los argumentos y siguen considerando que el médico radiólogo, Carlos Andrés Pérez, mató a María Tacsan.
“Dimos la lucha, dimos razones, dimos argumentaciones, pero bueno... Eso lo interpretó como aspectos dubitativos el Tribunal. Vamos a ver qué resolvemos en relación a los posibles recursos que podamos plantear”, añadió.
Al salir de la sala de juicio, el acusado Pérez Hernández tuvo que ser escoltado por la seguridad del edificio judicial. En las afueras un grupo de personas le gritaron ‘asesino’ y ‘culpable’.
Varios fotógrafos y periodistas siguieron al doctor hasta un parqueo cercano para obtener su reacción, pero solo se limitó a decir ‘Dios se hace cargo de todo’ y posteriormente se subió a un vehículo que lo estaba esperando.
Según la acusación, el feminicidio ocurrió el 19 de setiembre de 2020, ese día Pérez Hernández habría aprovechado su conocimiento como especialista para suministrarle lidocaína a Tacsan, para luego dispararle en el cielo de la boca y terminar el crimen con un arma punzocortante que le causó 48 heridas en piernas y abdomen.
Luego de la muerte, el acusado llamó al 911 alegando que la mujer se disparó en la cabeza por una infidelidad suya. Además, dijo que ella en ese momento tomaba medicamentos ansiolíticos y llevaba un tratamiento psicológico y psiquiátrico.