La Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) afirmó que 41 privados de libertad, quienes cumplen su pena con una tobillera electrónica, tienen más de 180 días (seis meses) sin estar monitoreados.
El dato se desprende de una verificación en tiempo real realizada por la institución este miércoles 25 de setiembre, la cual reveló que en total hay 570 reos con una carencia de ese tipo de vigilancia.
Además de quienes acumulan el mayor lapso de tiempo en esa condición irregular, se determinó que existen 221 personas de las que no se ha tenido rastro en un periodo que va de los 30 a los 180 días (entre uno y seis meses), 107 registran una ausencia de monitoreo de siete a 30 días, 66 de uno a siete días y 135 acumulan un día sin vigilancia.
El problema se presenta, la mayoría de veces, cuando los presos dejan de cargar sus dispositivos y estos se apagan.
Todas las cifras fueron reveladas este jueves en la tarde por el asesor legal de la entidad, William Villalobos, en una audiencia ante los diputados de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico.
“La tecnología no miente y no se presta a falsedades o interpretaciones (...). Los datos nos revelan que de las 570 personas que no están siendo monitoreadas, hay 434 personas sin carga en su dispositivo y 136 con apenas un 1% de batería”, aseveró el abogado.
Por su parte, el Ministerio de Justicia y Paz indicó que, actualmente, hay 21 reos en fuga y con una orden de captura vigente, ya que su paradero se desconoce.
Funcionamiento del GPS
Durante la audiencia, Villalobos desmintió que el GPS (sistema de localización) siga funcionando cuando el grillete se queda sin carga y calificó la aseveración de Justicia como una “falta a la verdad en forma drástica y severa”.
La afirmación fue reiterada por Daniel Vargas, administrador del proyecto, quien destacó que el sistema pierde todo tipo de comunicación al descargarse.
“El rastro en vivo se pierde y es recuperado hasta que se carga da nuevo, ya que todos los datos quedan en la memoria del dispositivo”, mencionó.
En horas de la mañana, ante la misma comisión legislativa, la ministra de Justicia, Marcia González, insistió en que la pérdida de la señal GSM, que es la que permite transmitir los datos, no implicaba una pérdida de la localización.
“La pérdida de señal GSM (transmisión de datos) no implica la pérdida de señal GPS (posicionamiento global) ni una incomunicación total con la persona monitoreada. Tampoco implica que estén fuera de su zona de inclusión o cometiendo nuevo delito”, manifestó la jerarca.
Añadió que, independientemente del plazo de desconexión, ellos aplican los protocolos de atención y garantizan que existe un monitoreo realizado de “otra manera”.
El director de Adaptación Social, José Luis Bermúdez, también recalcó que “la desconexión del dispositivo no evita conexión GPS”.