Los costarricenses perdieron este año más de ¢7.000 millones debido a estafas o fraudes, cometidos principalmente por medios electrónicos o por llamadas telefónicas.
El dato lo proporcionó el director de la Policía Judicial, Wálter Espinoza Espinoza, en una conferencia de prensa virtual, en la cual aseguró que este tipo de delito fue el de mayor crecimiento durante este año, pues hasta el pasado 7 de diciembre se habían recibido 15.227 denuncias. En todo el 2019 fueron 13.971 casos.
El jefe policial, en el análisis sobre el comportamiento del hampa dijo que indudablemente la pandemia de covid-19 influyó en el accionar de los delincuentes, pues provocó cambios en el modo de actuar.
Precisó que mientras se observó una alza en las estafas, por otro lado se tuvo una disminución en las denuncias por delitos contra la propiedad como lo son el robo, el asalto, hurto y robo de vehículos.
Sobre la cantidad de homicidios dolosos, anunció que se mantendrá similar al año anterior. La proyección es que cierre con 574 crímenes, diez más de los registrados el 2019, cuando hubo 564. La tasa de homicidios se espera de que sea de 11 por cada 100.000 habitantes.
En criterio de Espinoza, el narcotráfico no varió en nada su accionar pues no disminuyeron la cantidad de organizaciones, ni se tiene una baja en consumo, sino que más bien creció la cantidad de droga decomisada.
Este 2020 se contabiliza la incautación de cerca de 70 toneladas entre cocaína y marihuana, mientras que el año anterior fueron 50 toneladas de ambas drogas.
Paso del robo al fraude
El director del OIJ, al profundizar sobre la baja en la cantidad de robos y asaltos y el incremento en la cantidad de fraudes o estafas, explicó que el delincuente siempre escoge la mejor manera de afectar a la víctima.
“Como la pandemia provocó que se implementaran muchas medidas para evitar aglomeraciones, el Gobierno puso restricciones al desplazamiento de vehículos, incrementó el teletrabajo y disminuyó la cantidad de personas en locales comerciales y en la calle.
“Eso impactó porque el delincuente se percató que ya no tenía la facilidad de cometer los delitos tradicionales (robo, asalto, hurto) y para poder acceder a los bienes de las personas recurrió a entornos virtuales y eso provocó un aumento en delitos que se fraguaron con métodos telefónicos”, añadió.
El timo que con más frecuencia se denunció fue el del falso funcionario o empleado público. En total se recibieron 3.873 quejas. El año anterior fueron 2.280.
Esta estafa consiste en que un individuo, que se hace pasar, por lo general, por empleado de Ministerio Hacienda, llama a la víctima y le indica que en los últimos meses le han cobrado un monto excesivo por concepto de impuesto de la renta y que, por lo tanto, deben hacerle una devolución.
Para ello, engañan al trabajador y le dicen que, para su seguridad, no debe divulgar ningún dato privado, sino que lo van a guiar para que abra un formulario en Internet y llene por su cuenta los espacios en blanco.
Sin embargo, ese formulario es monitoreado en tiempo real por otros cómplices del estafador, para copiar números y claves de cuentas de banco y cometer la estafa en tiempo real.
Walter Espinoza dijo que los fraudes tienen un impacto muy fuerte en la víctima, pues la recuperación del dinero es muy baja.
Recalcó que generalmente este tipo delincuencia se planifica y ejecuta desde centros penales, con la colaboración de cómplices de personas que están en libertad.
El jefe policial dijo que todavía no tienen conocimiento de que el bloqueo celular en las prisiones haya disminuido esta manera de delinquir. “Espero en que enero el Ministerio de Justicia nos informe en qué centros penales está operando el bloqueo celular, para medir el impacto en las estafas y otros delitos como las extorsiones”, agregó.
Con respecto a la baja en asaltos, mencionó que durante el 2019 se presentaron 15.909 casos y este año fueron 9.303. En cuanto a robos, el año anterior hubo 18.374, y en este fueron 13.790. Sobre robo de vehículos bajó de 4.537 a 2.879.
Homicidios del narco
Según el director de la Policía Judicial, el ajuste de cuentas o la venganza es el principal móvil de los homicidios. Este año se han presentado 297 casos contra 258 del año anterior en esta forma de muerte.
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“Los homicidios dolosos determinan el nivel de violencia de una sociedad. Hasta este 21 de diciembre llevamos cinco víctimas más si comparamos las cifras a esta misma fecha del año pasado. La mayoría se debe a ajustes de cuentas o venganzas por enfrentamientos de grupos criminales para traficar drogas.
" No se ha detectado una baja en la cantidad de droga que circula en el mercado, por eso las organizaciones criminales están muy activas y eso repercute en el enfrentamiento para controlar el mercado y consecuentemente en la cantidad de homicidios”, comentó.
En cuanto a otras causas de los homicidios, están que 90 fue por discusiones o riñas; 76 para cometer otro delito; 26 repeliendo una actividad criminal; 26 por violencia doméstica; 7 por índole sexual y 31 por otros motivos o que todavía no está determinado.
Wálter Espinoza señaló que han podido percibir que generalmente lo crímenes del narco van muy dirigidos hacia una víctima y en algunos casos el objetivo son dos personas.
Agregó que este año no se tienen homicidios cuádruples y solo uno quíntuple, que fue originado por un conflicto por tierras.
Finalmente, hizo mención a que este año hay una importante disminución en los homicidios culposos (producto de accidentes de tránsito), que pasaron de 639 durante el 2019 a 390.