El Ministerio Público solicitó este viernes dos años de cárcel para un hombre de apellidos Saborío Soto, a quien se le acusa de lanzar un gato desde un sexto piso y provocarle la muerte, en noviembre de 2019 en Curridabat, San José.
Para la fiscala Natalia Rojas, el implicado es “el autor único y responsable del delito de muerte animal”. Aseveró que los hechos fueron demostrados y que “no hay duda bajo el principio in dubio pro reo, que actúo con la intención, dolo, conocimiento y voluntad para lograr la muerte del felino’.
El ente acusador solicitó la pena máxima según la Ley de Bienestar de los Animales, porque Saborío Soto no pidió disculpas ni mostró arrepentimiento por el daño que provocó. Por el contrario, según alegó, solo se ven burlas, risas, no hay compasión, empatía o cuido hacia su propia mascota.
“La forma como lo sujeta, como lo balancea, fue premeditado. Sabiendo que Ochi no iba a sobrevivir, no le importó que fuese a matarlo, no le importó que era su mascota. No entiendo cómo el legislador colocó penas tan bajas, porque dos años no representan la magnitud y dolor que le causó al gato.
“Es imposible que a una altura como esa un animal sobreviva. Una persona que estuviera drogada o alcoholizada no tiene la capacidad para reírse y decir, con todo respeto, ‘es que me da playada’, como se observa en el video”, aseveró Rojas.
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Para la representante del Ministerio Público, la defensa quiso demostrar que el acusado realizó el hecho delictivo sin pleno uso de sus capacidades cognitivas, dando a entender que cuando lanzó al felino el alcohol y drogas le alteraron capacidades.
“En el expediente constan dictámenes médicos del acusado que prueban que conserva sus facultades mentales, siendo capaz de diferenciar lo lícito y lo ilícito, siendo capaz de distinguir y participar del juicio.
“No es posible determinar cuál era su estado al momento de los hechos; para poder probar eso la persona tiene que ser vista en el momento de los hechos, no tres años después como ocurrió en este caso”, argumentó la fiscala.
Mientras se dicta sentencia y la misma queda en firme, Rojas solicitó que se mantengan las medidas cautelares al sospechoso, como impedimento de salida del país, no convivir con animales, mantener el domicilio actualizado y entregar el pasaporte a la jueza, Tatiana López Monge.
En la segunda parte del debate, Gustavo Corella Vásquez representante de la Asociación Cinológica Autónoma Nacional de Costa Rica (ACAN), reiteró la solicitud de pena de dos años de cárcel contra el imputado, así como una modificación para que se cambie la ejecución condicional de la pena y se le imponga prisión preventiva a Saborío Soto, en tanto adquiere firmeza la sentencia.
“Si le daba playada como dice en el vídeo podía agarrar al gatito y ponerlo en el suelo. Pero no, había un deseo de matar, un deseo idóneo de dar muerte a un animal; si lo lanzó de un sexto piso y se asomó para ver cómo era ese abismo es porque estaba seleccionando la forma de dar muerte”, añadió.
Durante la audiencia, la defensora del acusado, Gloriana Jiménez, solicitó a dos integrantes del público que se retiraran de la sala pues estaban amenazando a su cliente diciéndole que lo iban a esperar en el sexto piso de los Tribunales de Goicoechea y le harían lo mismo que él le hizo al gato.
Al inicio del debate, el 26 de setiembre pasado, el Ministerio Público le atribuyó al sospechoso el delito de muerte animal, que puede castigarse hasta con dos años de prisión, según lo estipula la Ley de Bienestar de los Animales que rige desde el 2017.
“Lo lanzó desde el balcón del apartamento y desde un sexto piso, provocando que el felino cayera a unos 27 metros de altura y causando la muerte del animal”, dijo Rojas en ese momento.
La defensora de Saborío, Ariana Berrocal, solicitó al Tribunal que se le exigiera a las asociaciones y medios de comunicación que no se utilizara la imagen del imputado, porque en el pasado “se le ha tachado de asesino y ha recibido amenazas tanto él y su familia”.
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El Caso
El expediente de este caso se abrió en agosto del 2020, cuando circuló un video donde se observaba a Saborío arrojar al animal desde un balcón en una torre de apartamentos en Curridabat. No obstante, las investigaciones de la Policía Judicial determinaron que el hecho ocurrió en noviembre del 2019.
Un día después de difundido el video, el 2 de agosto del 2020, el acusado publicó una carta donde se ponía a las órdenes de la Fiscalía para asumir la responsabilidad por el acto cometido.
“Cuando se dieron estos hechos, hace varios meses, yo estaba en una de mis peores crisis, y hasta había intentado quitarme la vida, por lo que terminé internado en un hospital de San José. Bajo los efectos del alcohol y drogas, respondí a la presión social de las otras personas que estaban conmigo ese lamentable día, realizando esta terrible acción”, agregó en aquel momento.
La autopsia del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) determinó que el gato fue lanzado desde una altura de 27,98 metros. Después de caer, caminó 30 metros hasta llegar a un parque de perros donde lo encontraron y auxiliaron, pero ahí falleció.
La caída le provocó fracturas de cadera multifocales severas, luxación de sínfisis mandibular severa, contusiones pulmonares multifocales severas y hemorragias subcutáneas diafragmáticas y pericárdicas severas.
El 26 de agosto del 2020, Saborío fue arrestado en Trejos Montealegre, Escazú y posteriormente recibió como medidas cautelares firmar una vez al mes, mantener un domicilio fijo y la prohibición de acercarse a animales o mascotas.