El exsacerdote Mauricio Víquez Lizano seguirá tras las rejas en el Centro de Atención Institucional (CAI) de Pérez Zeledón, pues el Tribunal Penal de Desamparados rechazó la solicitud de cambio de medidas cautelares solicitada por su defensa. A él se le investiga por presuntos delitos sexuales en perjuicio de personas menores de edad.
La mañana de este lunes se desarrolló la audiencia promovida por los defensores de Víquez, en la que alegaron ante los jueces que al prescribir tres de las cuatro denuncias en su contra, se daba un cambio en las condiciones que, a juicio de ellos, ameritaba que el excura siguiera apegado al proceso sin necesidad de cumplir con una medida privativa de libertad, mientras llega el juicio programado para el 24 de enero del 2022.
Esa tesis fue contrarrestada por el abogado de los denunciantes, Rodolfo Alvarado Moreno, quien afirmó que cuando trascendió la prescripción de tres causas, de inmediato apeló esa decisión del Tribunal y todavía está a la espera de que su gestión se resuelva. Agregó que está satisfecho con el hecho de que el Tribunal haya decidido que el sacerdote siga preso hasta marzo del próximo año, pues afirma que persiste el peligro de que Víquez se fugue, como lo hizo el 7 de enero del 2019, poco después de que se conocieran los asuntos en su contra.
“Teníamos la preocupación de que si lo sacaban ahora nos íbamos a quedar sin juicio”, dijo Alvarado. Con el voto 2021-49 el Tribunal rechazó la solicitud de liberar a Víquez y ahora lo que sigue es que el Tribunal de Apelación de Goicoechea resuelva sobre si prescriben o no tres de las causas que inicialmente se plantearon contra el exsacerdote de la arquidiócesis de San José, por abusos sexuales contra cuatro menores de edad que hoy ya son adultos.
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“No es lo mismo un juicio con un solo denunciante por cuatro o cinco delitos, que un juicio con cuatro denunciantes y 62 delitos”, añadió Rodolfo Alvarado. Se espera que en las próximas semanas se tenga clara la resolución final sobre este particular. En la audiencia de este lunes no participó el exsacerdote Víquez, quien pidió ser representado por sus abogados.
Mauricio Víquez fue capturado en Monterrey de Nuevo León, México, en agosto del 2019 por parte de la Policía Federal de ese país y fue devuelto a suelo nacional en mayo de este año para enfrentar la causa judicial que se le atribuye. Por ahora permanece en el CAI Antonio Bastida de Paz, en Palmares de Pérez Zeledón.
Su arribo al país se concretó más de un año después de que el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Luis Ebrard Casaubón, concedió en extradición al excura y luego de tres meses de que el juez mexicano Juan Mateo Brieba De Castro, rechazara un amparo presentado por los defensores del exsacerdote, radicados en aquel país, para evitar su extradición.
El imputado, de 57 años y oriundo de Heredia, estaba a punto de cumplir 30 años de ejercicio sacerdotal cuando fue expulsado del estado clerical el 25 de febrero del 2019, según lo que recomendó la Congregación para la Doctrina de la Fe al Tribunal Provincial Eclesiástico de Costa Rica. Un exmonaguillo de apellidos Alvarado Quirós, quien hoy tiene 28 años, fue el primero en denunciarlo ante la Fiscalía, luego lo hicieron otros tres hombres apellidados Venegas Abarca, Muñoz Quirós y Rodríguez Solera.