La exgerente de operaciones del Hotel La Mansion Inn, donde ocurrió el asesinato de María Luisa Cedeño, afirmó ante los jueces este lunes que el exdueño del hotel e imputado, Harry Bodaan, insistía en que un agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) fuera a la habitación del bailarín y también acusado Teodoro Herrera, mientras los oficiales levantaban el cuerpo de la anestesióloga.
Daniela Ceciliano, quien trabajó en el hotel por dos años, inició su testificación la mañana de este lunes en el Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, en Goicoechea. Ceciliano detalló sobre el tenso ambiente laboral que había en el hotel ubicado en Quepos de Puntarenas, y relató lo ocurrido el 21 de julio del 2020, el día que encontró el cuerpo de Cedeño en la habitación 3.
Cuando la fiscala Grettel Rosales Hidalgo le preguntó a Ceciliano si observó alguna actitud de alguien en el hotel que le llamara la atención después de que se supo lo ocurrido, ella respondió que Bodaan le pedía que hablara con un agente judicial, a lo que ella respondía que estaban ocupados con la escena del crimen.
“Él decía: ‘señora, necesito que llame al encargado del OIJ, yo lo voy a llevar donde Teo’, yo le explicaba que ellos estaban haciendo su trabajo, pero insistía en que llamara para llevarlo a la habitación de Teo, él quería que el encargado del OIJ fuera a la habitación de Teo”, relató, sin saber por qué Bodaan hacía tal solicitud.
La exgerente detalló que Herrera, quien trabajaba y vivía en el hotel, permaneció en su cuarto después de que se descubrió que Cedeño había muerto, a pesar de que todos los empleados estaban reunidos en el lobby.
El mismo 21 de julio Herrera quedó detenido. Al momento del arresto, los policías le observaron rasguños en su cuerpo, uno de varios elementos claves para su captura.
Luis Carlos Miranda Izquierdo, quien estaba hospedado realizando trabajos de marketing del hotel, quedó bajo arresto cinco días después, y luego fue detenido Bodaan. A ellos dos se les vinculó por tres mordiscos que tenía la víctima en su cuerpo, que según el odontólogo forense, coinciden con la dentadura de los imputados.
Relato del hallazgo
Ceciliano también describió los detalles del día en que encontró el cuerpo de la anestesióloga. Ella recordó que ese 21 de julio entró a trabajar a las 6 a. m.
Cerca de las 11 a. m., una compañera le dijo que estaba preocupada porque Cedeño no había llegado a desayunar. La buscaron en la piscina, pero no estaba allí.
“Raquel (su compañera) y yo subimos a la habitación, y Raquel sí me dijo que estaba preocupada porque María Luisa había dicho que la pandemia había sido muy difícil para ella, que había pasado un proceso de separación y Mafalda (la perra, que también estaba en el hotel) la estaba acompañando todo ese tiempo”, indicó.
Ellas entraron por la habitación 4, que estaba desocupada, y acercaron el oído a la pared para intentar escuchar algo, pero no sonaba nada en el cuarto donde se hospedaba Cedeño. Salieron al balcón de la habitación 4, que conectaba con la 3, y la puerta de esta última estaba un poco abierta. Las cortinas se movían como si el aire acondicionado estuviera encendido.
Mafalda se asomó y estaba temblando, Ceciliano no quiso acercarse por miedo a que la mordiera. Su compañera sí se acercó y levantó la parte de abajo de la cortina.
“Se volvió y me dijo: ‘Daniela, hay mucha sangre’, salió corriendo para la recepción y yo salí atrás de ella. Yo no andaba llaves, yo pensaba que tal vez iba a tocar la puerta y ella iba a salir, cuando bajé yo llamaba a Lester (trabajador del hotel) para que me ayudara a abrir la puerta”, relató.
Al abrir la puerta, Ceciliano contó que entró hasta donde estaba la cama, y afirmó que había “un olor espantoso” en el lugar.
“Ella estaba cubierta con la sábana, tenía un pie fuera de la sábana, era evidente que no estaba bien”, dijo a los jueces, afectada por el relato.
Indicó que mientras Raquel llamaba al 9-1-1, ella llamó al OIJ y a Bodaan, quien estaba en una reunión. Apuntó que Bodaan no le entendía, y ella incluso le dijo en inglés que había mucha sangre y la persona de la habitación 3 probablemente estaba muerta.
La Cruz Roja luego les dijo a los empleados que había signos de violencia, por lo que descartaron que ella se hubiera hecho daño, y empezaron a especular sobre qué pudo haber pasado.
“Lo que recuerdo de ese momento, cuando estábamos todos y se les dio la noticia, básicamente todos estábamos en shock, no sabíamos qué hacer, qué iba a pasar, solo estábamos esperando al OIJ, y creo que llegó la Fuerza Pública, pero todos estábamos reunidos ahí”, relató.
La declaración de Ceciliano culminó cerca del mediodía de este lunes. El juicio se suspendió por enfermedad de un abogado defensor, y se espera que se reanude este miércoles en la mañana.