Desde que el Banco Nacional confirmó el martes 24 de octubre el faltante de ¢3.293 millones en sus bóvedas, el tema mantiene en vilo al país pues se investiga a funcionarios bancarios como sospechosos de la sustracción.
Este no es el único caso en el que un empleado de una entidad bancaria costarricense sustrajo una importante cantidad de dinero. A continuación, explicaremos este y otros de los robos más significativos en entidades bancarias en los cuales hubo empleados implicados.
1986 - Banco Central
En julio de 1986, un robo multimillonario sacudió al Banco Central de Costa Rica. El cajero Bolaños Villalobos, alias “Chiqui”, fue solicitado para ayudar en la bóveda durante las vacaciones de un colega. Lo que parecía un mes normal de trabajo se convirtió en una operación meticulosamente planeada.
Cargando un radiotelevisor y un maletín verde, elementos cotidianos para sus compañeros, Bolaños logró sacar un total de $399.000 (¢22 millones de la época, ¢706 millones en valor presente) de la bóveda. Nadie sospechó nada hasta que, al día siguiente del robo, Bolaños no se presentó al trabajo. Los controles de seguridad se intensificaron, pero Bolaños ya estaba en Madrid disfrutando de su botín.
La astucia del cajero quedó al descubierto cuando, en Holanda, fue reconocido por un compatriota. Una orden de captura de Interpol fue emitida, y los investigadores, con la ayuda de la Policía española, lo ubicaron en Madrid.
Después de cinco meses de lujosa vida en Europa, fue arrestado en un bar cerca de su apartamento. Regresó a Costa Rica en 1987 y cumplió una condena de siete años por robo, marcando el primer caso de extradición desde España para un costarricense.
Su delito motivó una mejora significativa en la seguridad interna del Banco Central. Bolaños falleció en el 2015 a los 72 años, llevándose consigo los secretos de su audaz escapada y dejando una huella indeleble en la seguridad bancaria costarricense.
2013 - Banco Nacional
27 años después del robo en el Banco Central, otro robo millonario acaparó la atención. En esta ocasión, el perpetrador fue Juan Carlos Quesada, entonces gerente de la agencia del Banco Nacional de Cóbano, Puntarenas, quien sustrajo ¢325 millones en enero del 2013.
Similar al caso de “Chiqui”, para la fecha de los hechos, Quesada tenía el cargo de tesorero, ya que el otro funcionario estaba incapacitado y de vacaciones. Una de las funciones que asumió fue la custodia y manejo del dinero en la caja fuerte.
El 21 de enero, cerca de la hora de cierre de la agencia bancaria y después de que el personal salió, Quesada se aprovechó de su condición de funcionario para sustraer ¢134 millones y $381.000 (¢191 millones al tipo de cambio en ese momento), es decir, ¢325 millones en total.
Las investigaciones constataron que, días antes de la millonaria extracción, Quesada solicitó a la sede regional del mismo banco en Liberia remesas de efectivo, con el fin de asegurarse un capital considerable.
Por lo tanto, el 12 de enero pidió ¢40 millones y, el 15 de enero, ¢95 millones más. De esa forma, entre el 15 y 17 de enero del 2013, la sucursal llegó a tener un flujo de efectivo de entre ¢184 millones y ¢222 millones, cuando lo permitido eran ¢170 millones.
En el caso del dinero en dólares, en esos mismos días hubo un capital de entre $184.000 y $339.000, cuando solo podía manejar $140.000.
En marzo del 2014, el Tribunal Penal de Hacienda declaró a Quesada culpable de un delito de peculado y lo condenó a ocho años de prisión.
El Tribunal también inhabilitó al hombre para ejercer cargos públicos durante ocho años; esto, por si salía antes de prisión. Además, declaró parcialmente con lugar la acción civil resarcitoria y lo condenó al pago de ¢325 millones, más intereses, aparte de ¢32,6 millones por costas.
Quesada obtuvo un descuento en la pena y recuperó su libertad el 29 de octubre del 2018.
2023 - Banco Nacional
El hecho más reciente fue reportado el martes 24 de octubre pasado, cuando el Banco Nacional notificó que en sus bóvedas faltan ¢3.293 millones. La irregularidad fue descubierta en agosto, pero, hasta el 3 de octubre se tuvo certeza sobre el faltante.
Jaime Murillo, gerente general interino del Banco Nacional, confirmó el martes que cinco funcionarios de la entidad fueron suspendidos con goce de salario debido a un aparente incumplimiento de labores mientras se realiza la investigación.
Estos trabajadores incluyen a un custodio, la encargada de control interno, un supervisor encargado de arqueo, un custodio de tesorería general y un supervisor contable.
El faltante de ¢3.293 millones equivale al 21% de las utilidades netas que el Banco Nacional obtuvo durante el primer semestre del 2023, cifra que ascendió a ¢15.470 millones según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef). Además, este monto representa el 0,04% de los activos totales de la entidad financiera, que ascienden a ¢8.082.471 millones.
Según Murillo, es demasiado temprano para afirmar que el faltante corresponde a un fraude o a un robo en efectivo, y tampoco se sabe si el dinero fue sacado en bolsas o con ayuda contable.
Además, el gerente general interino explicó que, para comprender lo ocurrido y determinar si existe alguna red interna involucrada, se llevará a cabo una revisión minuciosa, incluso con el respaldo de grabaciones en video, y no se descarta la posible participación de personas externas.
El funcionario enfatizó que este faltante no afecta de ninguna manera a los clientes del banco, ya que los fondos de ningún usuario se vieron comprometidos.
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