Aunque tuvo que inhibirse de conocer el caso “Cochinilla”, la fiscala general, Emilia Navas, afirmó este jueves que el Ministerio Público cuenta con personal de experiencia y probidad para llevar adelante esta investigación por presunta corrupción con fondos para obra pública.
A su regreso de unas vacaciones en las que tuvo que atender una enfermedad de su madre, la jerarca comenzó por aclarar que desde junio del 2019 elaboró un protocolo para casos de conflicto de interés, el cual le ha permitido apartarse de ocho causas durante su gestión al frente de la Fiscalía.
En ese sentido, Navas alegó que se inhibió para el caso “Cochinilla” porque su esposo, el abogado Francisco Campos, es representante legal de dos empresas indagadas por presuntos beneficios indebidos que habrían recibido durante la contratación y ejecución de obras con fondos del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi)
Sostuvo que su inhibición no significa que este caso se vaya a caer o vaya a trabajarse mal.
Afirmó que desde tiempos de estudiante en 1984, conoció a Francisco Campos Aguilar y aunque en el 2010 se divorciaron, nueve meses después solventaron las diferencias y desde entonces viven juntos con sus dos hijos.
La funcionaria alegó que la experiencia, trayectoria y capacidad de las personas que forman parte de la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción permite que el caso camine, independientemente de que ella se haya separado del mismo.
”Lo importante, además, es que lo hacen valientemente y con independencia del motivo por el cual hoy yo me separo”, aseveró.
Navas consideró que el país debe aplaudir que haya una Fiscalía valiente que trabaja sin importar qué tan poderoso sea alguien económicamente o quién sea su defensor.
Con respecto al caso que derivó, el pasado lunes, en la detención de 30 personas por presuntos hechos de corrupción, destacó el hecho de que se pidieran allanamientos y se realizaran diligencias sin importar que su esposo fuera el abogado de algunos de los implicados.
“Eso a mí me da un orgullo impresionante, de que conseguí blindar a la Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción “, resaltó.
Casos por doquier
Sobre la cantidad de casos de presunta corrupción en trámite, Navas sostuvo que nunca antes habían tenido tantos en un mismo momento y que eso implica que el músculo de la Fiscalía para atenderlos no sea el adecuado y genere atrasos, pese a que recientemente le dieron 12 nuevas plazas.
Indicó que ni siquiera los auditores del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ni la sección de cibercrimen informático tienen capacidad de realizar con agilidad las pericias que urgen para estas investigaciones, lo que implica retrasos.
Asuntos como estos detienen temporalmente el trabajo normal de la Fiscalía, porque no hay suficiente personal.
Además del caso “Cochinilla”, en los dos últimos meses surgieron otros conocidos como Finca Darwin por presunto narcotráfico y corrupción en la zona sur, y el caso Turesky, relacionado con una red que al parecer se dedicaba a exportar cocaína hacia Europa y a la legitimación de capitales.
La funcionaria afirmó que las investigaciones por corrupción son muy complejas y el tipo de prueba que se necesita requiere tiempo para sustentarla.
Sobre los casos como el de la trocha fronteriza, que lleva más de nueve años, explicó que ese ya está esperando un espacio en los Tribunales y pronto se anunciará la fecha de juicio.
Otra acción de allanamientos muy sonada fue la referida a la importación de cemento chino. Navas afirmó que está en proceso de revisión de la prueba y de todos los legajos y en caso de tener el visto bueno, será presentado al juez o jueza penal.
Tácticas dilatorias
Sobre el operativo en la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), dijo que aunque la diligencia se hizo desde febrero del 2020, la Fiscalía aún está a la espera de que el expediente regrese, porque las personas que figuran como abogados y abogadas defensoras se han encargado de retrasarlo.
“Hoy, casi un año y medio después, no he podido avanzar con el caso porque los defensores y las defensoras impugnan todo lo que se hace, las decisiones de la Fiscalía, las del juez penal y las de la Sala. Presentan actividades procesales defectuosas, recursos de apelación y otros”.
“Desde mi perspectiva, por ser reiterados, evidencian tácticas dilatorias por las que la investigación no avanza. Es algo que suele pasar cuando las investigaciones por corrupción tienen un número grande de imputados y defensores”, acotó.
No se va
“No me voy a apartar del Ministerio Público porque no hay absolutamente ningún motivo, ninguna justificación para que yo presente mi renuncia. Más bien, lo digo con humildad, al país le interesa que Emilia Navas siga al frente de la institución.
Afirmó que en esta gestión, la Fiscalía de Anticorrupción no permite ningún tipo de presión para que un caso se investigue o se deje de investigar.
Navas dijo que ella está nombrada hasta marzo del 2022 y que en medio de todo esto no ha pensado si se postula para reelegirse para otro periodo de cuatro años, pues hay mucho que atender ahora para pensar en eso.
“Estoy enfocada en mi tarea, porque hay muchos casos que por la pandemia de covid-19 se han atrasado, tanto de corrupción, como de crimen organizado y violencia”, puntualizó.