Los sospechosos de participar en la desaparición de Christian Tijerino López, ocurrida el 18 de febrero del 2020 en Guanacaste, serán procesados por el presunto delito de homicidio, informó el Ministerio Público.
Aunque inicialmente eran tres sospechosos por este delito, la Fiscalía aclaró que uno de ellos, Fallas Gutiérrez, recibió un sobreseimiento definitivo a su favor. De esta forma, solo quedaron como imputados los hombres de apellidos Woodley Britton y Ugarte Villalobos.
La Fiscalía ahora espera que el Juzgado Penal de Liberia programe una audiencia preliminar para determinar si el caso, que ya lleva más de dos años, se eleva a juicio.
“La Fiscalía Adjunta de Liberia indicó que, respecto al expediente 20-000414-0060-PE, en el que figura como víctima Christian Tijerino, la causa se mantiene activa y fue remitida al Juzgado Penal de Liberia, con requerimiento conclusivo, desde el 31 de mayo del 2022″, indicó la institución.
De momento, la única medida cautelar existente se mantiene sobre el sospechoso Ugarte Villalobos, quien debe presentarse a firmar periódicamente y tiene impedimento de salida del país.
Tijerino era un costarricense que llegó de Estados Unidos, donde residía desde hace varios años con su hermana y su mamá, para pasar unas vacaciones en Costa Rica, un viaje que solía hacer cada cierto tiempo.
Él había arribado a suelo nacional el 4 de diciembre del 2019, y su plan era regresar a Estados Unidos en marzo del 2020, para celebrar su cumpleaños en Costa Rica, el 24 de febrero. Sin embargo, seis días antes de cumplir 33 años, cuando transitaba entre Liberia y Bagaces, desapareció y solo fue hallado el vehículo que conducía. En el sitio de la desaparición, se encontraron rastros de sangre y a la fecha su cuerpo aún no ha aparecido.
Dos meses después del hecho, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detalló que “el 18 de febrero, último día en que fue visto, testigos observaron a varios hombres con cabello tipo rasta cerca del carro de Tijerino, justo en el sitio en el que el automotor fue localizado en estado de abandono”.
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Meses después de la desaparición, el OIJ realizó una búsqueda en un canal de riego en Bagaces, sin embargo, esta no dio frutos.
En noviembre del 2020, fueron detenidos los tres sospechosos por lo que se calificó, en aquel momento, como privación de libertad. Ellos fueron capturados durante tres allanamientos realizados en un hotel de Tamarindo, Guanacaste, una casa en Belén de Heredia y otra vivienda en Lindora, San José.
Pese a que la Policía Judicial daba por cierto que fueron ellos quienes interceptaron a Tijerino, las autoridades no brindaron mayores detalles sobre las razones detrás de la desaparición, así como los medios que habrían utilizado.
Días después, dos de los sospechosos, Fallas Gutiérrez y Woodley Britton, quedaron en libertad y sin una sola medida cautelar en su contra. El juzgador también negó al Ministerio Público enviar a prisión preventiva al tercer sujeto, apellidado Ugarte Villalobos, quien había quedado bajo arresto domiciliario con monitoreo electrónico.
Luego de los arrestos, trascendió que Ugarte tenía un hotel en Tamarindo de Santa Cruz, Guanacaste, y era amigo desde hace varios años de Tijerino. Al parecer, los otros dos sospechosos también eran conocidos para el joven.
La madre de Tijerino, Patricia Seibert, había declarado a La Nación en enero pasado que su hijo fue víctima de un “violento secuestro por parte de tres o cuatro hombres que posiblemente lo asesinaron”.
“Ha pasado mucho tiempo esperando recuperar a mi hijo y todo lo que las autoridades costarricenses siguen haciendo es pedir más y más tiempo. ¿Cuánto tiempo puede pasar? Espero que encuentren a mi hijo vivo y a salvo. Este crimen fue cometido en contra de mi hijo, pero mañana puede ser el hijo de cualquiera otra persona. Y ellos (los sospechosos) siguen libres en Costa Rica, vagando por las playas como si no hubiesen hecho nada”, dijo la mujer en aquel momento.