La Fiscalía de Alajuela concluyó que el padre del bebé de siete meses fallecido el pasado 27 de marzo tras ser olvidado por su progenitor en el auto, ya pagó ese descuido con su dolor.
Ante eso, la entidad pedirá al Juzgado Penal que aplique el criterio de oportunidad de la pena natural y dicte el sobreseimiento definitivo del progenitor.
Ese criterio se puede fijar cuando, a causa de los hechos que se le atribuyen, el imputado haya sufrido daños físicos o morales “que tornen desproporcionada la aplicación de una pena”, según el Código Procesal Penal.
La decisión se tomó luego de que, durante la mañana de ayer, la Fiscalía recibió la declaración del hombre, de apellido Arias.
Además, la entidad conoció el resultado de la autopsia practicada al bebé, la cual determinó “que la causa de la muerte se dio por el golpe de calor. Según el examen practicado en el Complejo de Ciencias Forenses, la muerte se dio “de manera accidental”, comunicó la institución.
“La Fiscalía presentará en los próximos días la solicitud (de sobreseimiento) al Juzgado Penal y de esta forma se concluirá la etapa de investigación preparatoria”, detalló en un correo electrónico.
Boris Acosta, abogado de Arias, comentó ayer al salir de la indagatoria que el padre del niño hizo su relato con mucho sufrimiento.
El defensor consideró que la Fiscalía tenía elementos para solicitar la pena natural.
“Aquí hay un accidente demostrado, que le ha causado una transformación radical a la familia de mi representado. Perder a un hijo en la forma en la que él lo perdió te deja marcado de por vida, le va a provocar una carga moral que va a ser imborrable”, manifestó Acosta.
Añadió que “la ley establece que, cuando el dolor marca a la persona de por vida, no hay otra pena que pueda equilibrar el daño tan grande que a sí misma se ha provocado la persona”.
Olvido. La muerte del bebé ocurrió un día después de haber ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Nacional de Niños (HNN), al que fue enviado desde el Hospital San Rafael de Alajuela.
La tarde anterior, un guarda de seguridad lo había encontrado dentro de un vehículo que estaba parqueado en una agencia bancaria donde trabaja el padre del niño.
Tras ser alertado, el papá lo llevó hasta el centro médico.
En el HNN confirmaron que el bebé había estado durante unas dos horas dentro del auto, con las ventanas cerradas. En ese tiempo, debido al aumento de la temperatura en el interior, el bebé perdió líquidos por sudoración y sufrió un golpe de calor que le causó un daño neurológico grave. Falleció a la 1 a. m. del 27 de marzo.
El progenitor relató a médicos y amigos que debía llevar a su hijo a la guardería, pero de camino recibió una llamada en la que le indicaron que un cliente lo buscaba. Eso lo habría desconcentrado.
Según la investigación, él se trasladó hasta su sitio de trabajo poco antes de la 1 p. m. con el bebé aún en el automóvil; estacionó y se fue para su oficina.
Dos horas después, el vigilante llegó para avisarle, pues observó al niño dentro del carro.
A este tipo de situaciones se le conoce como el síndrome del niño olvidado, y es el primero registrado en Costa Rica en el que el resultado fue la muerte del menor.