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La Fiscalía Adjunta de Cartago apeló la condena de 19 años de cárcel impuesta a Kenneth Enrique Mejía Chavarría por el asesinato de Luany Valeria Salazar Zamora, de 23 años.
La impugnación la presentó el Ministerio Público el pasado lunes 9 de agosto ante el Tribunal Penal de Juicio de Cartago.
Ahora, el expediente deberá ser enviado al Tribunal de Apelación de Sentencia Penal de Cartago, para que este determine si admite los argumentos y ordena un nuevo juicio o, más bien, ratifica la sentencia.
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Adrián Coto, fiscal a cargo del caso, confirmó a La Nación que la pretensión de la fiscalía es que se cambie la calificación del delito de homicidio simple a homicidio calificado.
Por el asesinato de Luany Salazar el Tribunal de Juicio de Cartago condenó el pasado 12 de julio a Kenneth Mejía responsable de un delito de homicidio simple (18 años) y de un hurto agravado (un año).
El fiscal Adrián Coto había pedido una pena de 50 años, desglosada en 35 años por el homicidio calificado y 15 años por un robo agravado.
El abogado Francisco Herrera, defensor de Mejía, dijo que está a la espera de conocer en detalle los argumentos para emitir su criterio.
Antecedentes
Luany Salazar salió de su casa, en Linda Vista de Río Azul, en La Unión de Cartago, el martes 9 de junio del 2020 por la noche y no regresó. El miércoles, a las 6:40 a. m., su mamá, Ana Patricia Zamora Masís, recibió un mensaje del número de la joven, en el que esta le decía que ya casi llegaba, pero no fue así.
Al llegar la noche y no tener noticias, la preocupación aumentó y la familia empezó a preguntar por ella.
Una amiga que estuvo con Luany Salazar dijo que estuvieron en una fiesta donde unos amigos y, luego, presuntamente, llegó Kenneth Mejía y le dijo que tenía un negocio y se fueron juntos. Después, no los volvieron a ver.
Fue hasta el lunes 16 de junio que un hermano de la fallecida ingresó a una propiedad en la cual vivía Mejía y, luego de escarbar en el patio trasero, encontró el cuerpo.
La autopsia determinó que el cuerpo de la joven presentaba siete heridas de arma blanca; dos de ellas fueron mortales.
Kenneth Mejía no tenía oficio conocido y en la casa en Linda Vista vivía con su abuela, una mujer de 86 años.
Luego de la desaparición de Luany Salazar, a este hombre no se le volvió a observar en el barrio y fue detenido por la Fuerza Pública el martes 17 de junio del 2020, cuando salió de una casa en San Pablo de Heredia. Desde ese momento, ha permanecido en prisión preventiva.
Luego de dictarse la sentencia en este caso, el Instituto Nacional de las Mujeres, (Inamu) manifestó su indignación por el bajo monto de la pena.
“Es difícil conciliar la forma en que fue perpetrado el acto, así como los engaños del asesino para ocultar el cuerpo, con la calificación que da lugar a la sentencia impuesta por el Tribunal” señaló Marcela Guerrero Campos, ministra de la Condición de la Mujer.
Para Guerrero, es una aspiración que en juicios por delitos en los que haya mediado violencia contra la mujer se aparte cualquier sombra de prejuicios en su contra.
“Es necesario que se reconozca que la violencia contra las mujeres es estructural, que se reconozca el sufrimiento de las víctimas y que cada investigación y cada sentencia constituya un mensaje transformador de no permitir una muerte más de una mujer por el hecho de ser mujer”, dijo la jerarca.
