El Ministerio Público pidió 215 años de cárcel para Gerardo Alonso Ríos Mairena, sospechoso de matar a cinco jóvenes el 19 de enero del 2017 en barrio La Victoria, en Liberia, Guanacaste.
La solicitud la hizo la fiscala Ligia Lacayo este viernes por la tarde, luego de que la otra representante de la Fiscalía, Aymee Caravaca, expusiera sus conclusiones en el juicio que se realiza desde el lunes en el Tribunal Penal de Liberia, Guanacaste.
LEA MÁS: Sospechoso de masacre de Liberia 'actuó con total menosprecio de la vida', dice fiscala
Ríos es acusado de cinco delitos de homicidio calificado, una tentativa de homicidio calificado y un delito de abuso sexual en contra de una persona mayor de edad.
Durante sus conclusiones, Caravaca fue enfática en que la prueba presentada es verdadera y estuvo bien recabada.
"Tenemos claro que Gerardo Ríos Mairena les dio muerte y que intentó matar a N… (la menor)", aseguró Caravaca.
En medio de las conclusiones, algunos familiares de los fallecidos lloraron, ya que Caravaca recalcó lo sucedido el día del asesinato múltiple.
LEA MÁS: Huella dactilar de sangre vincula a sospechoso con masacre de Liberia
La Fiscalía solicitó que, en caso de que este viernes no se lea la sentencia, se haga una ampliación a la prisión preventiva, debido a que esa medida cautelar vence hoy.
Por otra parte, la madre Ariel Antonio Vargas Condega, una de las víctimas, pidió ¢20 millones como parte de la acción civil por los daños que le ocasionó la muerte de su hijo.
Además, el Ministerio Público también pidió que Ríos asuma las costas procesales del juicio, valoradas en ¢3,8 millones.
La sala de juicio estuvo llena, tanto en horas de la mañana como por la tarde.
Al ataque de hace un año sobrevivió una menor de edad, quien para ese momento tenía 14 años y durante el debate testificó en contra del imputado.
Roberto Silva, investigador a cargo del caso, relató el jueves, durante su declaración ante los jueces, que la adolescente le contó que luchó contra desmayos y se colocó un trapo en el cuello, donde tenía una herida, para detener el sangrado mientras los vecinos llegaban a auxiliarla.
LEA MÁS: Testigo de masacre en Liberia sobrevivió entre desmayos a la espera de ayuda
Esta misma tarde el defensor de Ríos, José Francisco Herrera Umaña, comenzó con sus conclusiones y solicitó que su defendido sea absuelto porque la prueba con la que se le incrimina "está contaminada".
A pesar de que la petición de la Fiscalía es de 215 años, el sujeto solo descontaría 50, ya que ese es la pena máxima que permite la ley costarricense.
El Tribunal que dirige el debate está integrado por los jueces Guillermo Arce Arias (quien preside), Andrea Rodríguez Sandí y Kathy Abarca Serrano.
LEA MÁS: Sangre en funda en cuarto de universitarios es del sospechoso de masacre en Liberia
Los hechos
Presuntamente, durante la noche del miércoles 18 y el amanecer del jueves 19 enero del 2017, Ríos entró al apartamento donde estaban las víctimas y las atacó con una arma blanca.
Los fallecidos fueron Ingrid Massiel Méndez Serrano, de 24 años, una estudiante de Psicología de la Universidad de Costa Rica (UCR) en Liberia; Dayana Martínez Romero, de 24 años, estudiante de Educación y Dirección de Empresas de la UCR; Ariel Antonio Vargas Condega, de 24 años, estudiante de Gestión Empresarial de la Universidad Técnica Nacional (UTN), y los novios Stephanie Hernández García, de 23 años, estudiante de Educación y Dirección de Empresas de la UCR y Joseph Briones Solís, de 22 años, estudiante de Dirección de Empresas y Administración Aduanera de la UCR.
LEA MÁS: Albañil encara este lunes juicio por crimen de cinco universitarios hace un año en Liberia
El sospechoso del crimen vivía en un apartamento a cuatro metros de distancia de donde sucedió la masacre y no tenía trabajo fijo, sino que laboraba como albañil de manera ocasional.
Mairena fue detenido el 4 de febrero del 2017, cuando se encontraba escondido debajo de una cama en la casa de sus abuelos.
LEA MÁS: Sospechoso de masacre de universitarios en Liberia era vecino y tenía beneficio carcelario
Para identificarlo, resultó fundamental el relato de la sobreviviente, cuya declaración permitió confeccionar un retrato hablado y reveló que el imputado tenía un tatuaje en la espalda.
Además, el día del arresto, el perro policial Aquiles, especializado en rastrear restos de sangre, encontró rastros de plasma en tenis, ropa y un cuchillo de cocina.
Información actualizada a las 4:03 p. m. con más datos de las conclusiones.
Parte de esta información fue redactada con base en la transmisión del juicio que realiza vía Facebook, radio Pampa.