La Fiscalía pidió una condena de 31 años de prisión para un hombre de apellidos Mejía Chavarría, sospechoso del homicidio de Luany Valeria Salazar Zamora, de 23 años, quien apareció asesinada en Linda Vista de Río Azul, La Unión, el 16 de junio del 2020.
La petición la realizó la fiscala Karolina Martínez este martes en el Tribunal Penal de Cartago. 30 años de la sentencia solicitada son por homicidio calificado, y un año más por hurto agravado.
Martínez indicó a los jueces que la solicitud la considera “razonable y proporcional a los aspectos que rodearon este hecho, a los hechos que ya he desarrollado de manera amplia y que se ajustan a la proporcionalidad del comportamiento del imputado en esta causa”.
La fiscala reprochó a Mejía porque, según su criterio, el imputado les mintió a los jueces en su declaración de este martes e “insultó la inteligencia” de todas las partes del juicio, al relatar que había recibido amenazas de tres sujetos que le dijeron que no podía decir nada sobre Luany después del crimen.
“Debe analizar el Tribunal que sería totalmente irracional e ilógico que una persona que está siendo señalada como sospechosa de un delito tan gravoso, como lo es un homicidio, se quede callada porque tiene amenazas de terceras personas”, manifestó Martínez.
Por su parte, el abogado de la familia de Luany, Joseph Rivera, pidió 35 años de cárcel por homicidio y 15 por robo agravado, además de ¢100 millones por el daño moral más ¢110 millones por el daño material.
El juicio de reenvío se inició este 16 de agosto, luego de que en enero Rivera lograra que el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal de Cartago anulara el juicio precedente, cuya sentencia de 19 años de cárcel se leyó el 12 de julio del 2021 y ordenara uno nuevo, según el voto N.° 2022-131.
Rivera había cuestionado que el crimen se calificara como un homicidio simple, cuando debió valorarse como un homicidio calificado.
El cuerpo sin vida de Salazar fue hallado bajo tierra en la parte trasera de la casa donde vivía Mejía Chavarría, junto a su abuela de 86 años.
Luego de la desaparición de la muchacha, a este hombre, de 39 años, no se le volvió a observar en el barrio y fue detenido por la Fuerza Pública el martes 16 de junio del 2020, cuando salió de una vivienda en San Pablo de Heredia. Desde ese momento, ha permanecido en prisión.
Ese mismo día, la Policía Judicial allanó la propiedad de la abuela y se realizó una prueba con luminol, para tratar de encontrar muestras de sangre. En esta diligencia, al parecer, se decomisó un arma blanca y una pertenencia de la ofendida.