La abuela y el tío de una niña de cuatro años que sufrió graves maltratos y torturas en Pérez Zeledón, se exponen a severas penas de cárcel.
Este jueves, en el juicio que enfrentan en el Tribunal Penal de Pérez Zeledón, la Fiscalía pidió 38 años de prisión para la abuela, de apellidos Jiménez Alvarado y 35 años para el hombre, apellidado Zúñiga Jiménez.
A ambos se les atribuyen los delitos de tentativa de homicidio calificado y privación de libertad agravada, en perjuicio de la pequeña, que es nieta y sobrina, respectivamente, de los imputados.
Esta previsto que este viernes, a las 8 a. m., dicten sentencia la jueza Mauren Castillo Vargas y los jueces Carlos Adolfo Calderón Bogantes y José Antonio Calderón Jara.
Los hechos que se les atribuyen se descubrieron en marzo del 2017 en Ojo de Agua de San Isidro de El General, Pérez Zeledón, cuando trascendieron las torturas contra la niña.
En aquel momento, las autoridades descubrieron que la menor tenía lesiones por quemaduras con cigarrillos en el vientre, la obligaban a comer jabón y le pegaban con pedazos de una manguera.
En su relato, la niña aseguró que su mamá, su tío y su abuela la agredían y la hacían dormir en un entrepiso.
Una revisión médica permitió señalar que la víctima tenía un alto grado de desnutrición y su nariz estaba fracturada.
Aunque la mamá también fue procesada por este caso, pero su expediente se lleva por aparte, pues padece una condición mental y podría obtener una sanción alterna a la cárcel.
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El descubrimiento de los hechos
Las autoridades recibieron la primera alerta el 1.° de marzo del 2017 con una denuncia que envió a personal del PANI a la vivienda en Ojo de Agua; un pueblo montañoso a media hora en automóvil desde el centro de Pérez Zeledón.
Los funcionarios notaron signos de violencia contra la menor de edad y la trasladaron al Hospital Escalante Pradilla.
Al día siguiente, un fiscal de la localidad, un trabajador social y un forense visitaron el centro médico para que la víctima les contara lo sucedido. Después de conversar con ella por dos días, la niña les relató que era agredida por su mamá, su tío y su abuela.
Una vez recibido su testimonio, el Ministerio Público y el OIJ allanaron la vivienda donde vivía y detuvieron a los presuntos agresores.
La niña fue adoptada por otra familia, según confirmó el Patronato Nacional de la Infancia.