La Fiscalía pidió un año de cárcel para un hombre de apellidos Amador Ramírez, acusado de atropellar y matar al ciclista José Ricardo Carmona Mora, de 38 años, cuando este circulaba a un kilómetro del “puente negro”, en Orosi de Paraíso, Cartago, en la tarde del 21 de febrero del 2021.
La solicitud la realizó este miércoles el fiscal Mario Quesada Sáenz en el Tribunal Penal de Cartago. Quesada pidió la pena mínima por homicidio culposo porque Amador, de 26 años, mostró arrepentimiento por lo sucedido. El lunes, al inicio del juicio, el imputado admitió haber cometido el hecho y declaró que “en el proceso nunca me he opuesto y he sido responsable de todo lo que se me acusa”.
El fiscal argumentó ante los jueces que quien perdió la vida es una persona joven, y que también debe tomarse en cuenta “que el imputado también es una persona joven, que tiene toda una vida por delante”.
Federico Campos, abogado de la familia de Carmona, discrepó del criterio del Ministerio Público y más bien solicitó la pena más alta, de diez años. También pidió una inhabilitación para usar vehículos durante siete años, dos años más que lo solicitado por el fiscal.
La acción civil resarcitoria reclamada por los padres de la víctima asciende a los ¢310 millones, de los cuales ¢270 millones serían por daño material y ¢40 millones por daño moral. De concretarse la condena, este monto lo pagarían Amador y un hombre de apellidos Vargas Ledezma, el dueño del auto, quien al momento del atropello estaba en proceso de transferirle el bien al imputado.
“En representación de la familia consideramos que los hechos están claramente probados, coincidimos con la culpabilidad del inculpado el querellado y actor civil; sin embargo, nos apartamos totalmente de la pena que ha pedido el señor fiscal, me parece deja de lado una serie de situaciones gravísimas”, recalcó Campos.
El defensor de Amador, Gilbert Monge, concordó con que la pena de prisión sea de un año, pues su representado no tiene antecedentes penales, no huyó de la justicia, aceptó siempre los hechos, es una persona joven, estudió después de lo ocurrido, tiene un trabajo estable y ha ayudado a su mamá en su tratamiento de cáncer. Aseguró, además, que desde la muerte de Carmona, Amador no volvió a tomar alcohol.
Monge aseguró, asimismo, que el imputado tiene un salario mínimo, por lo que le sería imposible pagar la acción civil. Consideró también que toda la responsabilidad civil no es de Amador, porque la Fuerza Pública, que poco antes del hecho lo había detenido, cometió el error de entregar el vehículo a un conocido de Amador y debió impedir que el mismo siguiera circulando.
“No puedo defender lo indefendible, pido una pena de un año. En caso de que el Tribunal no lo considere así, que se le otorgue el beneficio condicional de la pena y si cree que la pena sea superior a los tres años, se le ponga pena de servicios de utilidad pública tomando en cuenta su horario de trabajo y estudio. Si no, como tercera opción, que se le imponga el arresto domiciliario con monitoreo”, solicitó.
Antes de terminar el debate, el padre del fallecido, José Antonio Carmona, declaró por segunda vez.
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“Sé que (Amador) está joven, pero señores jueces, no pueden otorgar licencia para que sigan matando gente en la calle por guaro. No tengo nada contra él ni la familia, yo ya lo perdoné, lamento lo de su mamá, pero yo también tengo mis problemas físicos, igual que mi esposa, que todo esto nos ha acarreado. No hay día que yo no llore por mi hijo y pasarán 50 años, que igual lo voy a llorar”, expresó.
Enseguida, Amador declaró también por segunda ocasión, pues fue la primera persona en declarar el lunes, al inicio del debate. Reiteró su arrepentimiento y manifestó sentir paz al saber que el padre de Carmona lo había perdonado.
“Perdón, pero yo no tenía la cara para verlo a los ojos (al papá del fallecido), siento que me falté a mí, a la familia y a la sociedad”, declaró, en la última declaración antes de que el Tribunal dicte la sentencia, programada para la mañana del jueves.
Fuera de la sala, Amador esperó a don Antonio y habló con él a solas, por varios minutos.