Una fosa con restos humanos encontrada el viernes por la tarde estaba dentro de la finca de un comerciante que fue asesinado días atrás en Pocosol de San Carlos, Alajuela. La información fue confirmada por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ante una consulta de este medio.
El negociante muerto fue identificado como Lubín Núñez Chacón, de 68 años, quien vivía solo en San Martín de Pocosol y tenía un bar contiguo a su vivienda. Él fue visto por última vez el 28 de octubre pasado, por lo que ese día sus familiares interpusieron una denuncia por su desaparición. Una semana después, el 3 de noviembre, ingresó una denuncia anónima al OIJ indicando que había una fosa en la parte trasera de una vivienda en Paraíso de Pocosol. Al remover la tierra, los agentes hallaron el cuerpo de Núñez desmembrado, calcinado y envuelto en varias prendas.
El 5 de noviembre (es decir, dos días después), la Policía vuelve a recibir una información confidencial que hablaba sobre otra fosa, pero esta vez ese hoyo estaba en una finca, ubicada en el barrio San Martín de Pocosol, el cual queda a unos cinco kilómetros de donde fue encontrado Núñez. Al cavar encontraron restos humanos, cuya identificación hasta el momento no se ha podido establecer. Conforme avanzó la investigación preliminar, los agentes se percataron de que esta segunda fosa estaba dentro de una propiedad que pertenecía a Lubín Núñez Chacón.
Por el momento, la Policía se ha comportado muy cauta y evita brindar cualquier información por mínima que sea. Solo indicaron que indagan para establecer si hay relación entre ambos asesinatos y así conocer quién o quiénes son los responsables.
De momento, lo único que se sabe es que Núñez no cuenta con antecedentes policiales y, según las autoridades, él había sido víctima del hampa en julio pasado, cuando unos sujetos irrumpieron en su bar y lo asaltaron. Ante esa situación, el sujeto interpuso la denuncia ante la Policía Judicial, la cual continúa aún bajo investigación. Eso sí, el OIJ aseguró que este robo no tiene relación con su muerte.
Lubín enterrado en fosa de un metro de profundidad
Cuando trascendió el hallazgo de un cuerpo enterrado en la parte trasera de una vivienda en Paraíso de Pocosol, todo parecía indicar que ese cadáver correspondía a Lubín Núñez. La versión tomó más fuerza porque se señalaba que días antes lo había observado ingresar a esa propiedad, pero nunca lo vieron salir.
Tras la respectiva identificación que realizó la familia, se confirmó que se trataba de Núñez, a quien sus asesinos no solo lo mataron, sino que lo desmembraron y luego lo envolvieron en varias prendas. Una vez así, le prendieron fuego. En medio de todo, los homicidas cavaron una fosa de un metro de profundidad, en donde lanzaron el cadáver ya calcinado.
Al parecer, cuando todo esto ocurrió, una pareja alquilaba la casa. Los vecinos dijeron a las autoridades que estas personas solían tener muchas reuniones sociales, pero supuestamente el martes de la semana pasada esos inquilinos desocuparon extrañamente y sin dar aviso. Ante este comportamiento, las autoridades allanaron la casa pocos días después para hacer pruebas químicas y así determinar si hay rastros de sangre de Núñez. Los resultados de esas pericias se desconocen.
Sobre la otra persona fallecida y cuyos restos fueron enterrados clandestinamente en la propiedad de Núñez, no se conoce ni un solo detalle.