El sospechoso de asesinar a una turista venezolana en noviembre de 2018, en San Antonio de Escazú, habría confesado el homicidio a su esposa.
La afirmación la hizo la primera testigo en el juicio que se le sigue a un hombre de apellidos Espinoza Martínez, por los delitos de homicidio calificado, robo agravado y tentativa de violación calificada, en perjuicio de Carla Stefaniak. El debate comenzó este lunes en el Tribunal Penal de Pavas, San José, y se extendería hasta el 31 de enero.
La la turista fue hallada sin vida el 3 de diciembre de 2018 a unos 300 metros de la habitación 8 del hotel Le Más de Provence o Villas Linda Vista, en San Antonio de Escazú, donde se hospedaba. Había llegado a finales de noviembre como parte de su celebración de cumpleaños el día 28 y había visitado parques nacionales como Manuel Antonio y Monteverde, así como a playa Jacó.
Fue la encargada de limpieza de las habitaciones del hotel la primera en rendir declaraciones en el debate. Se trata de una mujer de apellidos González Gutiérrez, quien admitió haber recomendado ante sus patrones a su vecino y coterráneo, Espinoza Martínez, para que se encargara de la seguridad del establecimiento.
González, quien también es vecina y muy amiga de la madre del sospechoso, de nombre Verónica, afirmó que la noche siguiente al hallazgo del cuerpo de Carla Stefaniak, la señora llegó a visitarla muy angustiada por lo ocurrido.
Cuando estaban juntas, en Salitral de Santa Ana, Verónica recibió una llamada de su nuera, es decir, la esposa de Espinoza, quien le contó que él la había llamado y le confesó ser el responsable del asesinato.
No obstante, este lunes, el sospechoso, de 33 años, se abstuvo de declarar.
La encargada de limpieza también dijo a los jueces que el sospechoso tenía acceso directo a las llaves de una bodega en la que se guardaban herramientas como machetes, desatornilladores, mangueras y máquinas de cortar zacate, entre otras.
Esa información podría resultar de valor debido a que la turista fue asesinada con un arma blanca, que podría ser un machete.
Cuando Ricky González uno de los fiscales, le preguntó cómo encontró la habitación de la venezolana el miércoles 28 de noviembre del 2018, al día siguiente de la supuesta salida de Stefaniak en un taxi, la mujer le dijo que no encontró nada extraño.
“No había ninguna evidencia, ni suciedad ni nada, todo estaba normal”, manifestó.
Recordó incluso que su patrón le preguntó ese día cómo había encontrado el cuarto y ella le respondió que todo estaba limpio.
La mujer dijo que estaba encargada de limpiar las siete habitaciones, por lo que le pagaban bisemanalmente, pero no tenía seguro social ni ella ni los otros empleados.
David Hernández, uno de los abogados querellantes (representante de la familia), detalló en la acusación presentada, que el guarda del hotel le propinó golpes y puñaladas a la extranjera, una de ellas en el cuello, que le causó la muerte. Posteriormente, añadió, la envolvió en un hule, la llevó a una zona boscosa y semienterró el cadáver.
Al final, limpió la sangre de la habitación y robó las pertenencias de la joven Stefaniak.
Hernández pedirá una indemnización por más de $1,4 millones (unos ¢800 millones) para la familia de la venezolana por los daños materiales y morales, así como los costos que les generó el hecho.
En relación con ese monto reclamado, Alberto Bogantes, uno de los representantes del hotel demandado, afirmó que en la investigación faltan pruebas. Consideró además, que la suma solicitada es exorbitante y que no existe relación laboral entre el hotel y el imputado, pues las contrataciones para los servicios de seguridad estaban a cargo de un tercero.
En virtud de esta situación, adelantó que van a solicitar que se declare sin lugar esa acción civil.
Lagunas en la investigación
Por su parte, el abogado defensor de Espinoza, Guido Núñez Jarquín, aseguró que demostrará la inocencia de su cliente.
En su criterio, la línea de investigación tiene “lagunas importantes" que afectan a su defendido por lo que pedirá la absolutoria cuando llegue la fase de conclusiones.
Núñez coincide con declaraciones que ha emitido en varias ocasiones el padre de la víctima, Carlos Caicedo, en el sentido de que una sola persona no pudo haber llevado a cabo este crimen.
“Considera esta representación que (la sentencia) debe ser de inocencia absoluta en razón de la prueba y de cómo se realizó este proceso en contra de él”, acotó.
En horas de la tarde declaró Jorge Luis Espinoza, uno de los propietarios del hotel, quien garantizó que él tenía asegurados a sus trabajadores. No obstante, dijo, los empleados de seguridad dependían de otra empresa, que él subcontrataba.
Espinoza también dijo que comenzó a sospechar del guarda por actitudes que tomó mientras estaba desaparecida la turista.
Para este martes se espera den su testimonio agentes y un perito del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).