Mario Alberto Castro Olivares fue declarado responsable de cometer cuatro violaciones y dos abusos sexuales en perjuicio de su hija adoptiva, que al momento de los hechos tenía 13 años.
El hombre fue sentenciado este martes a 56 años de prisión en el Tribunal Penal de Limón, empero, por las reglas del concurso material, se ajustó la pena a 50 años, máximo permitido en la legislación costarricense.
Según un comunicado de la Fiscalía Adjunta de Limón, los hechos ocurrieron a finales del 2014, cuando el hombre aprovechaba los momentos a solas con la adolescente para violarla, en la casa en la que vivían en Zent de Matina.
Los abusos se perpetraron en las cercanías del río Palestina, cuando el hombre llevaba a la víctima a pescar.
“A inicios del 2015, la víctima tuvo conocimiento de que en contra de su padre existía una denuncia por delito sexual, por lo que le comentó a una amiga suya lo que había pasado. Posteriormente, interpuso la denuncia en la Fiscalía, la cual abrió la causa 15-000900-0472-PE”, agrega el reporte de prensa.
Mientras la sentencia adquiere firmeza, el imputado descontará seis meses de prisión preventiva.
A finales del mes pasado, Elionail Núñez Sánchez también fue condenado a 36 años de cárcel por abusar de su hija menor de edad y de otra niña.
Según un comunicado del Ministerio Público, los hechos ocurrieron entre el 2002 y el 2014 en Alajuelita, en la casa del imputado, donde vivía con las ofendidas.
“Una de las víctimas es su hija, mientras que la otra persona es nieta de quien era pareja de Núñez. Según demostró la Fiscalía, cuando él empezó a cometer los ilícitos, las niñas tenían cinco y tres años, respectivamente”, agrega la información.