Un hombre identificado como Gonzalo Antonio Torres Molina aceptó ser culpable de un delito de feminicidio, sustracción patrimonial e incumplimiento de medidas de protección contra Flower Suyin Vega Badilla, su expareja sentimental, por lo que mediante un procedimiento especial abreviado se le condenó a 26 años de prisión.
El fallo fue dictado por el Tribunal Penal de Heredia el 21 de diciembre. De acuerdo con la Fiscalía, el imputado mantuvo una relación de unión de hecho con Vega del 29 de julio del 2017 al 27 de enero del 2021. Sin embargo, esa relación finalizó luego de que el hombre agrediera física y psicológicamente a la mujer.
Tras la denuncia por agresión, el Juzgado de Violencia Doméstica de Heredia ordenó medidas de protección a favor de la víctima y al acusado se le notificó que tenía prohibido acercarse a ella y agredirla de cualquier forma.
Sin embargo, según la acusación, en noviembre de 2021 Torres se quedó a vivir en la misma casa donde residía la ofendida, en Guararí de Heredia, a pesar de la prohibición que ya conocía.
Posteriormente, en enero de 2022, Torres Molina aprovechó que su expareja estaba saliendo de un baño público cerca del Mercado Municipal de Heredia, para interceptarla y sustraerle las pertenencias, entre ellas las tarjetas bancarias de la mujer, documentos personales, ¢17.000, un celular y dos juegos de llaves, uno de la casa y otro de una motocicleta.
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Para el 19 de febrero del 2022 Flower Vega, de 28 años, se había ido a vivir a otra vivienda, pues Torres seguía incumpliendo las medidas de protección y alejamiento y permanecía en la casa que había compartido con su excompañera sentimental. Ese día, el encartado llegó a donde estaba su víctima y la sorprendió cuando ella estaba abriendo el portón. La atacó con arma blanca en un brazo, la mano y la espalda.
Producto de las agresiones, Vega fue trasladada al Hospital San Vicente de Paúl con una perforación intestinal. Permaneció en el centro médico durante 46 días, periodo en el que incluso tuvo que someterse a una cirugía para atender las lesiones sufridas. Falleció el 6 de abril pasado, por una infección, según reportó en aquel momento el periódico La Teja.
Flower era soltera y sin hijos y trabajaba como oficial de seguridad privada. Se había criado Jardín de Zapote, en Puerto Viejo de Sarapiquí, pero desde joven decidió migrar a Heredia en busca de mejores oportunidades.
Según declaró su mamá, Gloria Badilla, a ese medio, la joven tenía el sueño de montar una soda para que trabajaran juntas en un negocio propio.
Gonzalo Antonio Torres quedó detenido desde el día del ataque, cuando los oficiales de Fuerza Pública llegaron a Guararí, a atender la emergencia. Ahora el sujeto debe continuar cumpliendo prisión preventiva, mientras la sentencia queda en firme.