Una serie de pruebas realizadas en la Sección de Psiquiatría y Psicología Forense del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) permitirán determinar si la oficial de la Fuerza Pública, Kimberly Suárez Narváez, puede o no afrontar el juicio que se sigue contra el sospechoso de dispararle en la cabeza el 9 de enero del 2021 en Llorente de Flores, Heredia.
Inicialmente, estaba previsto que este martes comenzara el debate; sin embargo, la falta de un dictamen médico– forense definitivo (porque Suárez no ha sido dada de alta) hizo al Ministerio Público tramitar un documento que detallara las secuelas que, hasta ahora, arrastra la uniformada. En medio de la evaluación para obtener esos datos, se conoció la existencia de una epicrisis del Instituto Nacional de Seguros (INS) que detalla que “dentro de un análisis clínico no se considera que la señora Kimberly Suárez cuente con habilidades cognitivas y emocionales que le hagan competente para participar en este momento de un juicio, interrogatorio judicial u otros”.
Por ello, tanto la fiscala Betsy Paniagua González como la abogada de la oficina de la Defensa Civil de la Víctima del Ministerio Público, Karla Martínez Solano, pidieron a los juzgadores del Tribunal Penal de Heredia no comenzar con el contradictorio hasta conocer los resultados de las pruebas que se le hicieron a Suárez durante este 1.° de marzo. Ellas argumentaron que en este caso derechos que le asisten a la víctima que deben respetarse.
La petición fue objetada por Francini Cortés Segura, defensora pública del sospechoso, apellidado Ruiz Juárez, quien consideró que se podía comenzar con las otras partes involucradas en los delitos por los que se señala a su representado.
No obstante, en horas de la tarde, luego de comunicarse con la Sección de Psiquiatría y Psicología Forense del OIJ, el juez Norberto Garay Boza y las juezas Laura Chinchilla Rojas y Ana Yanci Umaña Moreira, determinaron que lo responsable era reagendar el debate, debido a los derechos fundamentales de acceso a la justicia para la oficial y también porque entre este martes y el viernes no se obtendrían los resultados de las pruebas hechas a la ofendida.
“Sería irresponsable, sin saber las posibilidades procesales de esta valoración, iniciar un juicio, traer personas a declarar, que ya la fiscala dijo que incluso hay menores de edad que van a declarar, y exponer el debate a su anulación. De por medio hay derechos fundamentales de acceso a la justicia y hasta no contarse con una valoración en forma de manera categórica de las posibilidades para finalmente hacer efectivo ese derecho, el tribunal debe ponderar que estamos ante una situación de persona detenida pero también personas agraviadas y desde esta perspectiva el tribunal no puede iniciar este debate en procura de los derechos de las partes”, explicó el juez Garay Boza.
El juzgador reconoció que es consciente que la prisión preventiva de Ruiz está próxima a vencer (el 9 de abril), por lo que dijo que “procurará realizar señalamiento dentro de ese plazo”.
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El caso
El sospechoso de dispararle a Suárez es señalado por los presuntos delitos de tentativa de homicidio, maltrato, ofensas a la dignidad, amenazas contra una mujer, daño patrimonial y resistencia agravada. De todos los ilícitos, solo el primero ocurrió en contra de la policía, quien resultó herida luego de que el sujeto aprovechara una riña para arrebatarle el arma de fuego a otro uniformado. Los otros hechos que se le atribuyen son en perjuicio de una mujer con quien él mantuvo una relación de convivencia que terminó en agosto del 2020.
Aparentemente, el hombre golpeaba y ofendía a la víctima, quien solicitó medidas de protección, las cuales fueron otorgadas por el Juzgado de Violencia Doméstica, a finales de agosto del 2020. Pese a esto, el 9 de enero del año pasado, Ruiz entró a la casa de la ofendida y empezó a agredirla, por lo que ella alertó a la Fuerza Pública. Pocos minutos después, tres oficiales se presentaron al lugar e ingresaron a la vivienda.
Durante el abordaje uno de los policías intentó detener a Juárez; sin embargo, este forcejeó con él y logró despojarlo de su arma de reglamento. Posteriormente, el imputado amenazó a los oficiales cuando estos se encontraban fuera de la casa y les disparó, impactando en la cabeza a Suárez, una joven policía de 25 años en la actualidad.
Ruiz, quien ya registraba antecedentes por robo agravado y robo simple, además de los de violencia doméstica, fue capturado minutos después de lo sucedido, cuando llegaron los refuerzos policiales.
Suárez, en tanto, fue atendida primero en el Hospital México y después en el Hospital de Trauma del Instituto Nacional de Seguros (INS). Tras abandonar el centro médico, ha tenido un largo proceso de recuperación; sin embargo, en noviembre pasado sostuvo que la situación le ha resultado “muy fácil” y que “no se ha sentido mal” durante la rehabilitación. “Me dolía un poquito caminar, pero yo siempre decía: ‘No, hay que caminar’. Gracias a Dios aquí me tienen, puesta para seguir trabajando”, manifestó.
Esas declaraciones las brindó poco después de ser condecorada con la medalla “Cruz Escarlata”, por su heroica acción para defender a una persona en riesgo.
La investigación por estos hechos se agrupa del expediente 21–000007–1611–PE.