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Un extranjero de 47 años requerido por la justicia estadounidense por presunto tráfico de drogas fue extraditado, el pasado martes, por la Interpol en Costa Rica a ese país.
El individuo fue arrestado el pasado 10 de julio de 2023 en Escazú por agentes de Interpol en colaboración con la Unidad de Recolección de Información Policial, entidad encargada de recolectar datos sobre crimen organizado en el país, así como de colaborar en investigaciones a nivel nacional e inernacional.
La extradición se realizó en coordinación con las autoridades estadounidenses y el Juzgado Penal del Tercer Circuito Judicial, y se ejecutó desde el aeropuerto internacional Juan Santamaría, informó la oficina de prensa del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), institución que alberga la oficina de Interpol en el país.
Simultáneamente, como parte de gestiones bilaterales, los agentes de Interpol también coordinaron con la Embajada de Estados Unidos la captura de un individuo costarricense de 35 años, buscado por el Tribunal de Quepos y Parrita por tráfico internacional de droga.
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El sujeto, que estaba siendo deportado de Estados Unidos a Costa Rica, fue detenido a su llegada al aeropuerto Juan Santamaría, y luego entregado a las autoridades judiciales para los procedimientos legales pertinentes.
Otra de las extradiciones relevantes ocurridas en los últimos meses fue la de un sujeto apellido Hank, de 32 años, cuya nacionalidad no trascendió, quien también era buscado por las autoridades estadounidenses por presunto tráfico de drogas.
Hank fue extraditado el 19 de marzo, tras una orden de captura girada por el Tribunal Penal del Primer Circuito Judicial de San José, lo que generó una alerta internacional.
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Asimismo, el 16 de febrero, el Poder Judicial extraditó al opositor nicaragüense, Douglas Gamaliel Pérez Centeno, conocido como Douglas Gamaliel Álvarez Morales, de 44 años, a solicitud del régimen de Daniel Ortega.
Las autoridades nicaragüenses acusaron a Pérez de ser miembro de una organización criminal que operaba en el departamento de Río San Juan, que manejaba armas de fuego propias del ejército y la Policía Nacional de Nicaragua, así como ropa militar.
Dicha banda incluso habría cometido varios delitos, entre ellos un asalto a empleados de la empresa Agroindustrial del Río S. A. El incidente dejó varios fallecidos.
