Los dos hermanos condenados por asesinar a Marco Calzada, la noche del 2 de julio del 2022 en San José, mostraron “una frialdad absoluta” luego del homicidio, según lo reprochó la jueza Laura Sánchez la mañana de este martes en los Tribunales de San José, donde Josué Daniel y Justin Manuel Rojas López recibieron penas de cárcel de 24 años cada uno.
La sentencia consistió en 24 años por homicidio calificado y y siete años más por robo agravado, para una pena total de 31 años. Esto se readecua a 24 años por las reglas del concurso ideal, el cual existe cuando en una sola acción se cometen varios delitos, de manera que solo se impone la pena del más grave.
Sánchez explicó que en las cámaras de seguridad se observa cuando el grupo se topó a Calzada, de 19 años, cerca de la Plaza de la Democracia, se reúnen por unos instantes y luego lo siguen para cometer el crimen cerca de la entrada al barrio chino, en avenida segunda.
Luego del ataque con el puñal, ninguno de los hermanos, de 20 y 22 años, se esforzó por ayudar a la víctima mientras agonizaba tras las heridas provocadas por tres menores de edad (dos de 17 años y uno de 14), quienes fueron condenados en un proceso aparte en noviembre del 2022.
En aquel momento, el Tribunal Penal Juvenil les impuso una pena de 13 años y 6 meses a los dos de 17 años, mientras que el de 14 años recibió una sentencia de 8 años de internamiento en el centro de formación juvenil correspondiente a su edad y género.
En su declaración a los jueces, Justin Rojas afirmó que él trató de pedir ayuda y que no tenía cómo. No obstante, la jueza señaló que en los videos él aparece simulando una llamada telefónica con su celular. Esto se confirmó porque el 9-1-1 no tenía en sus registros llamadas de ninguno de ellos dos.
“Don Josué Daniel dijo que tenía su celular descargado, pero vimos que el teléfono de Justin estaba funcionando, y por otro lado funcionaba el del otro menor que solicitó el traslado a través de una plataforma para poder trasladarse desde San José hasta El Guarco, lo cual desacredita que no tuvieran alguna forma de comunicarse para pedir la colaboración”, indicó Sánchez.
Otro argumento de la defensa fue que los dos imputados no conocían a los menores de edad que usaron el puñal.
El Tribunal no creyó estos testimonios, pues no coincidían con toda la prueba aportada, incluidos los videos de las cámaras de seguridad y la declaración del conductor de DiDi, Byron Mora Valverde, quien trasladó a los acusados hasta El Guarco. Mora declaró que los acusados afirmaron entre risas haber cometido el crimen, afirmación calificada por el Tribunal como determinante para la sentencia condenatoria.
Fundamentación
La jueza detalló que ninguno de los hermanos López empuñó el arma homicida, no obstante se les condenó por aceptar los hechos (dolo eventual). Por otro lado, se les atribuyó haber cometido directamente el robo agravado, lo que en términos legales se conoce como dolo directo.
Luego de la sentencia, la famiia de Calzada envió un comunicado en el que afirmaron que “no podemos sentirnos victoriosos porque desde el 2 de julio del año pasado, falta un abrazo y un beso en nuestro hogar cuando hay días que se suponen que son de celebración como el Día de la Madre, Navidad, Año Nuevo, nuestros cumpleaños y los de nuestras dos hijas”.
“Entendemos que este tortuoso camino no llega a su fin. Faltan las impugnaciones que la defensa casi seguro ejercerá (...). Por hoy, pasamos la página, pero el libro seguirá abierto porque la historia que Marco estaba escribiendo quedó como un capítulo sin terminar”, concluye el mensaje firmado por los papás de Marco, Mario Calzada y Gabriela Valverde.
Ambos estuvieron presentes durante todo el debate y este martes escucharon la sentencia en completo silencio y con muestras visibles de tristeza.
Gabriela Valverde rindió declaración en el juicio semanas atrás y en aquella ocasión dijo que la vida de su familia cambió ‘muchísimo’ desde el fallecimiento de su hijo, tanto para ellos como para sus otras hijas, quienes han recibido acompañamiento psicológico y terapia familiar.
“Aunque la vida de nuestro hijo no va a ser devuelta, sí queremos justicia, no solo para nosotros, sino también para otras familias, por las vidas que son arrebatadas de manera violenta, por estos hechos que son tan dolorosos”, dijo Valverde.
Al momento de su muerte, Marco estaba comenzando a estudiar Ingeniería en Ciencia de Datos en la Universidad Lead y a lo largo de su vida lo acompañó una profunda fe religiosa que demostraba en las misiones que realizaba en Los Guido de Desamparados.
El día del crimen, el muchacho había salido a compartir con unos amigos en un bar de San José; sin embargo, fue atacado cuando caminaba solo por una acera de la avenida segunda.
Además de la pena de cárcel, los sentenciados deberán pagar ¢726.000 por las costas del proceso.