Puntarenas
Este viernes concluyó el debate en el juicio contra tres exescoltas de la modelo brasileña Gisele Bündchen y el astro del fútbol americano Tom Brady por tentativa de homicidio contra un fotógrafo de la AFP y otro que laboraba para el periódico Al Día.
El debate oral se desarrolló en una pequeña sala de juicio casi sin público, con excepción de algunos familiares de los acusados, y en un ambiente de intenso calor.
Durante la primera parte de la audiencia, la fiscalía y los dos abogados del fotógrafo salvadoreño Yuri Cortez y su colega costarricense Rolando Avilés emitieron sus conclusiones.
A mitad de la tarde comenzaron las conclusiones de los tres defensores de los exguardaespaldas, tras lo que los jueces declararon un receso para decidir si emiten de una vez el fallo o requieren más tiempo para elaborar el dictamen.
"Lo más probable es que el tribunal dicte sentencia hoy (viernes), pero por la complejidad del asunto se puede trasladar para otro día, aunque no lo creo probable", dijo a la AFP el abogado de los fotógrafos Víctor Herrera.
Los acusados -identificados como Miguel Solís, Alexander Rivas y Manuel Valverde- se abstuvieron de declarar durante todo el proceso y sus defensores no han presentado pruebas de descargo, negándose además a dar declaraciones a la prensa.
La fiscalía ha pedido absolver a Valverde, costarricense de 26 años, por considerar que hay falta de pruebas y testimonios que lo impliquen en el intento de homicidio; en tanto pidió ocho años de cárcel para Solís, también costarricense de 43 años, y Rivas, colombiano de 34, con prisión preventiva inmediata.
Los abogados querellantes, por su parte, pidieron seis años de prisión para cada uno de los tres exguardaspaldas.
El abogado de los fotógrafos que lleva la causa civil, Oscar Arroyo, pidió ¢25 millones (unos $50.000) para cada uno de los fotógrafos, más $2.400 para Cortez por daño material.
Cortez y Avilés acusan de tentativa de homicidio a Valverde, Solís y Rivas, quienes trabajaban como guardaespaldas de Bündchen y Brady cuando la pareja celebraba su boda el 4 de abril de 2009 en una casa de playa en Cóbano de Puntarenas.
Los fotógrafos, quienes habían tomado algunas imágenes de la boda en labores propias de sus medios, fueron abordados por los guardaespaldas, que les exigieron entregar las tarjetas de memoria de sus cámaras, a lo cual se negaron.
Cuando los reporteros se alejaban del lugar, al menos uno de los escoltas disparó contra el vehículo en el que se movilizaban, poniendo en riesgo la vida de los reporteros gráficos.
"Estamos confiados en que el tribunal nos dará la razón dada la pruebas", declaró el abogado de los fotógrafos.
El letrado Salvador Calderón, quien encabeza el equipo de la defensa, aseguró que la fiscalía no logró probar los cargos contra sus clientes.
"Al tribunal nadie lo engaña, aquí solo tenemos un vehículo reventado, la prueba de la bala fue manipulada", afirmó Calderón ante el tribunal, mientras mostraba una foto en la que se ve a Cortez sosteniendo la bala.
Cortez trabaja desde hace 22 años para la AFP y ha cubierto guerras civiles en varias partes del mundo. Actualmente está destacado en México.