Con 81 años a cuestas, Félix María Araya Arias, conocido como Gato Félix, recuperó su libertad, luego de ser detenido hace dos años como sospechoso de robar tres piezas religiosas bañadas en oro, valoradas en ¢31 millones en la iglesia de San Joaquín de Flores, adscrita a la diócesis de Alajuela.
Aunque el juicio por este caso aún no se ha realizado, la Fiscalía de San Joaquín de Flores informó de que la defensa del Gato Félix presentó varias gestiones y logró que el Tribunal de Apelación ordenará su libertad desde hace varios meses. El detalle de esas gestiones no fue divulgado.
Araya fue detenido el 18 de setiembre del 2019, cinco meses después de perpetrado el robo de dos custodias, así como de una corona que tenía la imagen de la Virgen María. Esa vez, a solicitud de la Fiscalía se le dictó prisión preventiva.
La diócesis de Alajuela, sus representantes legales y la Parroquia San Joaquín de Flores confirmaron que no se tiene conocimiento del paradero de los objetos sustraídos. Lo anterior, pese a que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) distribuyó fotos para que la ciudadanía ayudara a localizarlos.
Las dos custodias poseen incrustaciones de perlas. La más grande, valorada en ¢29 millones, tiene al pie figuras que representan a la Santísima Trinidad. De igual manera, a los lados de donde se coloca la hostia consagrada, aparecen cuatro círculos con las figuras de los evangelistas. Además tiene una cruz que resalta en la parte alta. Las otras dos piezas fueron valoradas en ¢1 millón cada una.
Aunque en un inicio, el Tribunal Penal de Heredia señaló el juicio por el millonario robo para el 26 de agosto pasado, lo cierto es que luego se pospuso y todavía no hay fecha programada.
El vocero de la diócesis de Alajuela, presbítero Luis Hernández, confirmó que no se les ha informado sobre nueva fecha para el inicio del debate.
Hernández lamentó que a más de dos años de ocurridos los hechos, se siga sin realizar un juicio. “Somos conscientes de los inconvenientes que ha provocado la pandemia en este proceso de investigación, pero el pueblo de Dios que camina en San Joaquín de Flores y la diócesis de Alajuela merecemos una pronta respuesta, junto a la reposición de tan invaluables objetos sagrados”, sostuvo.
Libre
Las autoridades judiciales no dieron detalles sobre el otro sujeto detenido con Araya, un hombre de apellidos Rivera Pérez, que actualmente tiene 61 años, dedicado a limpiar el templo católico y quien al parecer habría realizado una labor de inteligencia para determinar en qué puntos estaban las cámaras de seguridad y por donde podía ingresar el Gato Félix.
Por esa complicidad, lo detuvieron el mismo día que a Araya Arias, como supuesto cómplice del millonario golpe a la iglesia donde laboraba. La causa se investiga en el expediente 19-002314-0059-PE.
El OIJ informó el día de la captura que Rivera dejó la puerta de la sacristía abierta y salió a hablar por teléfono, para que Araya entrara a la iglesia, abriera la caja fuerte en la que estaban las piezas y saliera con ellas dentro de un saco azul.
Los allanamientos para sus capturas se realizaron en San Joaquín de Flores, donde vivía Rivera, y en la casa del Gato Félix, cerca del Liceo San José, en barrio México. En la casa de Araya el OIJ encontró el saco en el que habrían sacado los tres artículos bañados en oro, así como instrumentos que servirían para abrir cajas fuertes y la ropa que, supuestamente, usaba el día del robo.
Abría cajas fuertes
A Araya siempre se le conoció como el especialista en abrir cajas fuertes. En la mayoría de los casos con los que fue relacionado, el aparato aparecía abierto a veces con ganzúas y otras veces con equipo de acetileno. En junio de 1974 comenzó a figurar en los archivos judiciales cuando le impusieron un año de prisión por el delito de encubrimiento en perjuicio de Televictoria Canal 11.
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Posteriormente, el 30 de mayo de 1979, lo sentenciaron a ocho años de cárcel por el primer secuestro extorsivo de carácter mediático en el país, en perjuicio de una escolar de nueve años, llamada Yorleny Castro Sequeira. Esa vez también se condenó al colombiano Luis Eduardo Atertúa y a otro delincuente de larga data, Luis Roberto Sandí, el Macho Rapso.
Gran parte de la vida del Gato Félix ha transcurrido tras las rejas y en los estrados judiciales, pues recibió penas en 1985, 1986 y 1987.También fue condenado el 18 de octubre del 2000 por hurto agravado.
En 2006 fue detenido por los delitos de violación y privación de libertad de una joven y, en el 2009 fue arrestado por el robo de una joyería.
Fue condenado a cinco años de cárcel en el 2011 por intento de robo agravado en un almacén Gollo, en La Fortuna de San Carlos y antes de que se le relacionaba con el robo en San Joaquín de Flores, había caído en el 2016 por cortar los candados de un local de máquinas tragamonedas en Cañas, Guanacaste, con un cómplice de apellido Castillo.