“Se declara a Daniel Alberto Mora Monge autor responsable del delito de homicidio culposo en perjuicio de Lucía del Carmen Mata Durán.
“Por mayoría de los votos emitidos se le impone una pena de siete años de prisión y, en virtud de esta, se rechaza la solicitud de arresto domiciliario con monitoreo electrónico”.
Esas palabras del juez Alfredo Arias Calderón generaron dos reacciones totalmente distintas dentro de la sala número 6 de los Tribunales de Goicoechea. Por una parte, vinieron los abrazos para Jenaro Mata Zamora, padre de Lucía; por otra, brotaron las lágrimas en los ojos de los familiares de Mora.
Los allegados de Lucía, quien falleció el 21 de marzo del 2017 tras casi dos meses en el hospital, asocian la sentencia con justicia, mientras que las personas cercanas a Mora lo hacen con tristeza.
Faltando cerca de 10 minutos para las 2 p. m., Mora caminó hacia la primera hilera de asientos de la sala, al mismo espacio que ocupó durante todo el debate. En el pasillo fue abrazado por familiares, quienes le expresaron palabras de aliento antes del ingreso de los jueces.
Sin embargo, ese optimismo se desvaneció muy rápido, no solo al conocerse la condena, sino también con la decisión de decretar prisión preventiva a partir de este 26 de febrero, por “peligro procesal de fuga y el quebranto de inocencia”.
Esa medida se aplicará durante los próximos seis meses, mientras la sentencia queda en firme, y, de no lograrse esto, se evaluará de nuevo la situación.
José Pablo Badilla, defensor de Mora, afirmó que apelarán la sentencia, ya que considera que “hubo un falta de sensatez de dos miembros del Tribunal”.
“Dos jueces cedieron ante la presión masiva (...). Vamos a formular un recurso de apelación por un tema racional. En este momento no hay palabras, existe mucho disgusto e insatisfacción”, dijo Badilla.
La posición del representante legal del propietario del vehículo involucrado en el accidente obedece a que los jueces Franz Paniagua Mejía y Maureen Iong Ureña consideraron que debía imponerse la condena de siete años, al tiempo que Arias sugirió una pena de cinco años, que se cumpliría bajo la modalidad de arresto domiciliario con monitoreo electrónico. No obstante, el planteamiento de este último fue desechado al no coincidir con el de sus compañeros.
Pago millonario
Además de ir a la cárcel, Mora deberá cancelar ¢117 millones por daños materiales y morales a los padres de la deportista, Jenaro Mata, de 83 años, y Clara Durán Marín, de 77.
Ambos fueron testigos en el juicio y detallaron cuán difícil ha sido para ellos reponerse de la muerte de Lucía, quien los ayudaba a realizar mandados, los acompañaba a actividades y era un gran apoyo en todos los aspectos.
Luego de conocer la sentencia, don Jenaro se mostró satisfecho y dijo que con esto se hizo la justicia que él tanto esperaba.
“Nosotros no conciliamos para llevar esto a juicio, porque, si no, no había castigo. Se hizo justicia, gracias a Dios, que fue lo que pedí”, dijo el hombre.
Asimismo, reconoció que nada le devolverá a su hija y que ahora, al salir a la calle, es difícil ver una ciclista y no recordarla.
“Ahora, cualquier muchacha que yo veo en bicicleta se me parece a ella”, enfatizó.
Manuel Campos, abogado de la familia de Lucía, y el fiscal José Solórzano manifestaron que la decisión de los jueces les satisface, ya que se demostró la culpabilidad del imputado.
Juez: ‘No puede atribuírsele a los ofendidos responsabilidad’
Alfredo Arias explicó que, aunque el día de los hechos nadie vio a Mora conducir el vehículo, las radiobases y otras pruebas lo ubican cerca del sitio del accidente.
Agregó que tampoco puede responsabilizarse a las víctimas del accidente (Mario Enrique Retana Pérez, de 49 años; Lenin Manrique Ortiz Quesada, de 46; Pablo Enrique Alcócer Alcócer, de 54, y Lucía del Carmen Mata Durán) por lo sucedido, ya que ellos viajaban con luces y por una zona permitida.
“No puede atribuírsele a los ofendidos algún tipo de responsabilidad en la comisión de este hecho, ya que fue cometido a más del doble del límite de velocidad permitido.
”El Tribunal tiene por acreditado que ese exceso de velocidad le impidió al imputado una maniobra”, precisó Arias.
Los ciclistas Carlos Jiménez y Ericka Méndez destacaron que para ellos y otros deportistas es importante la sentencia, ya que luego del percance hay un antes y un después.
Pese a ello, creen que aún falta un fortalecimiento en la educación vial, para que tanto ellos como los conductores de vehículos tengan sus espacios en carretera.