Luany Valeria Salazar, de 23 años, fue asesinada de siete puñaladas y luego fue enterrada en la parte trasera de una vivienda en Linda Vista de Río Azul en La Unión, Cartago.
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La información la confirmó el Ministerio Público por medio de un comunicado de prensa enviado la mañana de este miércoles, dos días después de que familiares encontraran el cadáver la noche del 15 de junio.
Por esos hechos, la Fiscalía pedirá seis meses de prisión preventiva en contra de un hombre de apellidos Mejía Araya, quien fue detenido en San Pablo de Heredia la tarde de este lunes como sospechoso del asesinato.
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Él primero fue indagado y después de eso el ente acusador dio a conocer la petición que planteó ante el Juzgado Penal de la zona en la audiencia que comenzó pasadas las 3:30 p. m. de este miércoles.
Como parte del proceso, la Fiscalía dirigió un allanamiento en la casa donde apareció el cuerpo, con el fin de recabar más pruebas y así incluirlas al expediente 20-000545-0071-PE.
Al respecto, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que a las 8 p. m. de este lunes volvieron a ingresar a la vivienda para hacer una reinspección y fue entonces cuando encontraron rastros de fluidos corporales.
No se brindaron más detalles.
“Se aplicó la técnica de luminol, la cual dio como resultado positivo (...). Los rastros fueron recolectados y el caso continúa en investigación”, apuntó la oficina de prensa de la Policía Judicial.
Por otra parte, confirmó, el cuerpo de la muchacha fue entregado a las 5 p. m. de este martes a la familia para proceder con sus honras fúnebres.
Días de angustia
La última vez que los familiares de Luany la vieron con vida fue la noche del martes 9 de junio en su casa en Linda Vista, cuando una amiga de ella la llegó a buscar para irse a fumar un cigarrillo.
De acuerdo con la versión que la mujer dio a los familiares de la víctima, ellas estuvieron juntas hasta tarde en la casa de otro conocido, quien vive en el mismo barrio.
Sin embargo, detalló, estando ahí llegó un hombre y le dijo a Luany: “Vamos, que le tengo un negocio” y la sacó de la casa.
Luego, a las 6:40 a. m. del miércoles siguiente, la mamá de Luany recibió un mensaje del celular de su hija, en donde alguien le escribió que ya casi llegaba. Eso nunca ocurrió.
Los parientes comenzaron a desesperarse y le preguntaban a todos por el paradero de la joven. Ahí fue cuando se enteraron de que un hombre la llegó a sacar de aquella vivienda.
Se enteraron de que ese sujeto era Mejía Araya, a quien la familia de Luany conoce desde hace muchos años.
Por eso, se le acercaron y le cuestionaron por lo ocurrido esa noche, a lo que supuestamente Mejía respondió que la había dejado en la alameda que conduce a la casa de ella, a eso de las 3 a. m. del miércoles 10 de junio.
Con esos datos, la familia de la muchacha acudió a la sede del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en San José el jueves a las 5:55 p. m. y cada vez que tenían algún dato nuevo lo comunicaban.
Sin embargo, afirman que la respuesta por parte de la Policía Judicial fue nula. Aseguran que nunca los llamaron o los visitaron, pese a todos los datos y fotos que ellos mismos les aportaron.
Por su parte, el director de la Policía Judicial, Wálter Espinoza, rechazó los cuestionamientos y aseguró que, desde que ingresó la denuncia, se le dio el seguimiento oportuno.
Sin ahondar en detalles, enumeró algunas de las diligencias: recibieron la denuncia y elaboraron el perfil de la víctima. El sábado visitaron el sitio y hasta hablaron con la mamá de la muchacha, aseguró el jerarca.
El lunes 15 de junio, por la mañana, encontraron el celular de Luany en un taller en San José centro.
“Nosotros no investigábamos un homicidio, sino una desaparición”, apuntó Espinoza en declaraciones dadas a la prensa este martes.
Hallazgo
Al ver la supuesta inacción de las autoridades, los parientes emprendieron su propia búsqueda y, casi una semana después de la desaparición, pidieron entrar a la vivienda en donde Luany fue vista por última vez.
José Luis Ramírez Zamora, hermano de la muchacha, llegó al patio y, al ver tierra removida, comenzó a escarbar. Entre la tierra había una bolsa y dentro de esta se encontraba el cuerpo de la joven.
En medio del impacto por lo ocurrido, los familiares volvieron su mirada a la labor del OIJ y lanzaron una serie de acusaciones de que no le dieron importancia al caso.
Pocos datos sobre Allison
La desaparición de Luany Valeria y el posterior hallazgo de su cadáver, traen a la memoria el caso sin resolver de Allison Pamela Bonilla Vásquez, cuyo rastro se perdió desde el 4 de marzo pasado, cuando caminaba hacia su casa en Ujarrás de Paraíso, Cartago.
Este miércoles, ante una nueva consulta al OIJ, la oficina de prensa indicó que el caso permanece en investigación y que, por ahora, no hay elementos nuevos que comunicar.
Xiomara Vásquez, tía de la joven de 18 años, confirmó que la familia continúa haciendo rastreos por la zona, más de tres meses después de que Allison se bajó de un autobús y le reportó a su novio que la iban siguiendo unos “pintititicas”.
Agregó que ya ni siquiera reciben llamadas con pistas falsas y reconoció que el OIJ tampoco les reporta por donde avanza la pesquisa, para no entorpecerla.
“Tenemos que confiar en Dios y ellos (OIJ), que esto vaya por buen camino”, declaró la señora.
Colaboró en esta información la corresponsal Keyna Calderón.