"Lo que hemos esperado, desde el momento en que supimos que Marvin (Brenes Oviedo, el acusado) la mató es justicia. Justicia para Andrea (Fernández, la víctima), para mi familia, para mi nieta, para las amigas, quienes emocionalmente no han podido volver a estar bien, y justicia que pide Costa Rica por tanta mujer que ha fallecido a manos de su pareja.
“A mí me hace me hace falta mano dura para los criminales, porque sino tienen un proceso bastante fuerte en el que se les aplique una sentencia alta, ellos van a querer hacer lo que les dé la gana y si no les tiembla el pulso para asesinar a una mujer, para maltratarla, humillarla, menospreciarla y dominarla, que se aplique mano dura contra estos criminales”.
Con esas palabras describió Ivannia María Vallejo Briceño, madre de Miriam Andrea Fernández Vallejo, las expectativas que tiene sobre el juicio que se realiza por el feminicidio de su hija, el cual se registró el 29 de marzo del 2018 en San Francisco de San Isidro, Heredia.
Este jueves estaba prevista la continuación del debate; sin embargo, un problema con el traslado del imputado hizo que los jueces y abogados acordaran suspenderlo hasta este viernes, cuando se prevé iniciar a las 8:30 a. m. con la continuación del testimonio de Dowglas Nilon Fernández Aguilar, padre de la víctima.
Para Vallejo hay mucho que hacer como sociedad para evitar que las mujeres mueran a manos de sus parejas. Considera importante desde el apoyo económico y educativo hasta inculcar valores a una edad temprana.
Destacó que pese a que su hija estaba estudiando y era muy apoyada y aconsejada por la familia, terminó siendo una víctima, por lo que hizo un llamado a denunciar desde el momento en el que se detecta un hecho violento.
“Cuando veía estas cosas decía: a mí esto (un feminicidio en la familia) no me va a pasar, nunca pensé que me fuera a pasar a mí y vea donde estoy, esto le puede pasar a cualquiera, denuncien y no tengan temor de nada (...), por tener un corazón bueno no crean que no les va a pasar”, afirmó la mujer.
Agregó que en su caso fueron víctimas de un engaño porque su yerno les mostró una cara de buena persona, enamoró a su hija y después se transformó.
“Marvin (Brenes) fue un manipulador, un doble cara, nos engañó a todos, la engañó a ella. Él se hizo el novio bueno y resulta que luego empezó a mostrar el monstruo que era", aseguró.
Vallejo explicó que su presencia en los tribunales también es por su otra hija, su nieta y por las hijas de sus amigas.
Sobre la suspensión del juicio, dijo que gestionarán mediante sus abogados un traslado de Brenes a otra cárcel, para evitar que en el futuro se presenten nuevos inconvenientes.
“Este es un proceso que llevamos desde que murió mi hija, es muy agotador, muy cansado y esto es lo más fuerte. Queremos ver si pueden traerlo a una cárcel más cerca para no estar en este dilema si no llega”, mencionó.
La abogada de la familia, Raquel Castellón Chipre, precisó que el traslado tuvo complicaciones luego de que el conductor encargado de este sufriera un accidente, el cual generó que no se saliera a tiempo del Centro de Atención Integral (CAI) Carlos Luis Fallas, en Pococí, donde está recluido Brenes.
“El juicio se suspendió por un inconveniente en el traslado del imputado, lo recogerían a las 5 a. m. y llegaron hasta las 8 a. m., ya era muy tarde, y el Tribunal decidió suspenderlo para no dejar a los testigos esperando”, detalló Castellón.
Según la acusación del Ministerio Público, el día de la muerte de Andrea Fernández, Brenes llamó a su suegra y le dijo que la muchacha se había caído, misma versión que sostuvo ante las autoridades cuando fue indagado.
No obstante, la autopsia reveló que la joven murió asfixiada, por lo que su esposo, un publicista de 25 años en la actualidad, fue vinculado con el hecho.
La muchacha estudiaba periodismo y tenía 20 años cuando se registró el crimen. Ella y el sospechoso de su muerte procrearon una niña que tiene 2 años.