Pococí. “No acepto que él se fue, que ya no va a volver”.
La frase es de Yerica Mesén Castro, al rendir testimonio en el juicio por la muerte de su hijo de 8 años, quien fue mutilado y decapitado el 27 de agosto de 2016 en El Edén de Guácimo, Limón.
La mujer, de 28 años, fue una de las testigos en el primer día de debate que realiza el Tribunal de Pococí contra un hombre de apellidos Campos Mendoza, acusado por los delitos de privación de libertad, violación, homicidio calificado y profanación de cadáver.
Durante su relato, la madre dejó ver la difícil situación que enfrenta su familia luego de semejante tragedia, aunque durante un tiempo incluso dejó de informarse sobre el proceso.
La víctima era el mayor de tres hijos y sus padres lo recuerdan como un niño amable, que amaba y disfrutaba la vida. Cursaba segundo grado en el centro educativo de Jiménez y tenía buenas calificaciones.
El menor fue atacado por Campos, un supuesto adicto a las drogas que actualmente tiene 24 años.
Para la madre del niño no hay otra persona sospechosa y recriminó la atrocidad de los actos que le hicieron a su hijo.
"No vi cómo quedó mi hijo, eso lo agradezco mucho (...), pero psicológicamente yo no estoy bien, sigo adelante por los otros dos hijos que tengo, son los que me impulsan", expresó.
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Del archivo:
El relato del padre
Para el juicio está prevista la declaración de 22 testigos, de los cuales tres fueron escuchados entre las 8 a. m. y el mediodía de este miércoles.
El primero en narrar lo sucedido fue José Antonio Martínez Loría, padre del menor, quien fue el que encontró los rastros de sangre en la vivienda en la que habitaba el imputado.
"Buscamos río arriba, río abajo, yo estaba desesperado (...). Cuando llegó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) me llevaron a poner la denuncia en los tribunales y ahí me dijeron que tenía que ser fuerte porque mi hijo estaba sin vida. Gracias a Dios no lo encontré yo", contó Martínez, de 32 años.
El padre también expresó que la situación los ha golpeado mucho, incluso se fueron a vivir a otro lugar.
Martínez respondió preguntas de la Fiscalía, del abogado querellante, el defensor del imputado y los jueces.
José Gerardo Tenorio, un vecino de la zona, también contó su versión de los hechos y recalcó que había visto a Campos consumiendo drogas en otras ocasiones.
El día que el niño desapareció, dijo que vio ingresar al menor a la casa del sospechoso, alias Pirucho, mientras este se encontraba adentro.
Durante la tarde solo se escuchó el testimonio de un menor de edad, quien sostuvo que Campos consumía estupefacientes constantemente y que el día de los hechos le consultó por la hora pasadas las 6 p. m.
"Lo vi en la casa de él, me pidió la hora y me dijo que ya se tenía que ir", mencionó el testigo.
El Tribunal de Juicio que lleva este caso está integrado por Enelson Garita Vindas, quien preside, Greivin David Piedra Figueroa y Yuliana Vallecillo Alfaro.
Se prevé que el debate se extienda hasta el próximo 23 de mayo, aunque la fecha de finalización puede variar dependiendo del tiempo que se tarde en escuchar a otros testigos e interrogarlos y en revisar la prueba documental y pericial.
No obstante, la prisión preventiva del sospechoso vence el próximo 28 de mayo, por lo que antes de ese día debería finalizar el debate.
Los hechos
El día del crimen, el niño pidió permiso a su papá para ir a jugar a una casa ubicada a dos puertas de la suya. Nunca regresó.
Dada la voz de alerta, los vecinos se unieron a la búsqueda, pero pasaron varias horas antes de que llegaran hasta la casa Pirucho.
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Ahí, los rastros de sangre confirmaban que había ocurrido un hecho violento. Al asomarse a las escaleras traseras del inmueble se localizaron más pistas y, posteriormente, los restos del pequeño en un río. Primero el cuerpo y luego su cabeza. Eso fue alrededor de las 10:30 p. m.
Desde ese momento, la Policía intensificó la persecución del presunto responsable y, en la madrugada del 28 de agosto, finalmente, fue capturado Campos Mendoza.
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Los vecinos, enojados y desesperados, le quemaron la casa Pirucho. Incluso lo buscaron por horas con la idea de tomar la justicia en sus manos.
Actualmente, Campos se encuentra en el Centro Penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela, donde convive con otros indiciados (personas a la espera de juicio), de acuerdo con datos del Ministerio de Justicia y Paz.
Información actualizada a las 5:37 p. m. con declaración de un cuarto testigo.