“Me tratan demasiado bien (...). Me traen agüita, me traen trago, me traen todo, le traen agüita a Mafalda (la perrita), me traen fresas, me traen piñita, o sea, no tenés una idea de lo chiva que está la chineazón aquí”.
Estas fueron las palabras de María Luisa Cedeño a una de sus mejores amigas horas antes de ser asesinada, cuando se encontraba hospedada en el Hotel La Mansion Inn, en Quepos, Puntarenas. Ella ingresó el 19 de julio del 2020 y fue asesinada la noche del día 20; un día después encontraron su cuerpo envuelto en una cobija, ensangrentado y con golpes.
La voz de María Luisa se escuchó por primera vez en el Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, en Goicoechea, este jueves, durante las declaraciones de Essme Vargas, una amiga cercana de Cedeño. Fue del WhatsApp de esta última que se extrajo el audio ofrecido como prueba en el proceso.
La anestesióloga relató en ese mensaje que había muy pocos huéspedes en el hotel y que el sitio solo contaba con la mitad de los empleados, pues en aquel momento las empresas turísticas tomaron medidas por la crisis causada por la pandemia de la covid-19.
“Me ha encantado, estoy súper chineada, estuve hablando con el bartender y con el asistente del dueño”, contó Cedeño. También comentó a su amiga que aunque el hotel se veía un poco descuidado, estaba contenta. “Este lugar es como lo que ocupaba, está muy chiva”, expresó.
Vargas explicó a los jueces que ella estaba en Santa Teresa de Cóbano, también en Puntarenas, ese fin de semana. Cedeño quería ir a despejar la mente en la playa, pero no le daba tiempo de ir hasta Santa Teresa debido a que tenía una cirugía programada en su trabajo como anestesióloga. Fue por esa razón que optó por ir a Quepos que está más cerca del Valle Central.
De acuerdo con el testimonio de Vargas, la anestesióloga le envió el mensaje durante la noche; les dijo que estaba en su cuarto descansando, que no tenía ganas de tomar y que se iba a dormir pronto para ir con su mascota a la playa temprano en la mañana del día siguiente.
En el audio, se escucha a Cedeño decir a su amiga que pagó “¢155.000 por noche con un all inclusive. “O sea, que me dijeron que para la cena puedo pedir de cenar de donde quiera y me lo traen, o sea, vieras lo chiva que está”.
Este jueves también declaró en el juicio, el exnovio de la víctima, Bernal González Gutiérrez, quien afirmó que a él le impactó mucho la muerte de Cedeño y aunque inicialmente le dijeron que había sido por suicidio, él nunca lo creyó.
Otros testimonios
El dueño del hotel, Harry Bodaan, así como Teodoro Herrera y Luis Carlos Miranda son los tres imputados por este caso, el cual se procesa por los presuntos delitos de homicidio calificado y violación calificada.
El miércoles, dos mujeres que estaban en el hotel al momento del hecho, relataron a los jueces que habían escuchado a alguien bajar los breakers antes de que se cortara la electricidad.
Afirmaron además, que en la mañana después asesinato vieron a Bodaan caminando por su propia cuenta, aunque él y su abogado han argumentado que el empresario no estaba en condiciones de salud para haber cometido tal crimen.
El juicio se reanudará este viernes, con declaraciones de dos empleados del hotel y otro amigo de Cedeño.