El relato de un niño sobre las violaciones de las que era víctima su hermanita fue clave para que condenaran al padre a 111 años de cárcel, aunque descontaría 50 años, que es el tiempo máximo que una persona puede descontar cárcel en Costa Rica.
La sentencia fue dictada por Tribunal Penal de Limón el miércoles contra Rafael Ángel Omier Taylor como responsable de siete violaciones calificadas y un abuso sexual en perjuicio de su hija menor de edad.
De acuerdo con la Fiscalía Adjunta de esta localidad, los ataques ocurrieron entre el 2004 y setiembre del 2017. Fue el 20 de setiembre, cuando el niño le contó a su mamá la situación que estaba viviendo su hermana por lo cual la familia denunció los hechos ante la Fiscalía.
La investigación demostró que Omier violó a su hija por primera vez cuando ella tenía cuatro años de edad y abusó de ella en repetidas ocasiones, la última vez cuando la víctima tenía 16 años.
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De acuerdo a las pruebas, el imputado aprovechaba cuando estaba a solas con su hija para cometer los ataques sexuales. Los crímenes tuvieron lugar en en los barrios Roosevelt y Santa Eduviges, en Limón.
Durante el proceso de investigación, la Fiscalía ordenó la detención del imputado y consiguió que se le mantuviera en prisión preventiva, la cual continuará mientras la sentencia adquiere firmeza.