En noviembre se cumplirán ocho años desde que Marjorie Soto Ramírez, una maestra de escuela de 44 años, murió atropellada por un conductor que se dio a la fuga en San Rafael de Heredia.
Ocho años después, el caso llegó a juicio en los tribunales de la provincia, donde este jueves se analizaron pruebas, incluidos los videos en los que se aprecia el vehículo que la arrolló el 20 de noviembre del 2015, cuando ella se dirigía a celebrar el Día del Maestro a la escuela en la que trabajaba.
El acusado de la muerte de la docente es un joven de apellido Ramírez, vecino de la zona.
Este individuo fue identificado gracias a los testimonios de los presentes, al material registrado por las cámaras de seguridad y a las características muy particulares del vehículo, un Mustang gris que resultó ser de su propiedad y que, posterior al suceso, exhibía daños en el parabrisas.
El caso, según Federico Campos, abogado de la familia, llega a estrados gracias a la tenacidad del esposo de doña Marjorie, Mario Chaves, quien luchó para evitar que se archivara, pues en una primera audiencia preliminar hubo un sobreseimiento en favor del sospechoso. Según la representación de la víctima, este ocurrió por una limitada investigación de la Fiscalía de Heredia.
Luego del aporte de más evidencia, en diciembre del 2022 Chaves fue informado de que el caso finalmente sería sometido a juicio en el 2023.
“Me llegó como regalo envuelto y, justamente, el 24 y 25 de diciembre me reuní con mi familia y la familia materna de mi hijo. Entonces, fue la oportunidad perfecta para informarles a ellos de la buena noticia”, expresó en aquella época a los periodistas de La Teja.
Regresó a la escena
Los videos procedentes de las cámaras de seguridad, los relatos de los testigos y los informes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) demostraron que el vehículo de alto cilindraje circulaba a exceso de velocidad en el momento de los acontecimientos.
La mujer fue lanzada al aire, mientras que los objetos que tenía entre sus manos terminaron esparcidos por diversos puntos.
La recopilación de los registros audiovisuales de seguridad y la interacción con los testigos permitieron confirmar que, minutos después, el mismo vehículo de tonalidad gris retornó al sitio del atropello, aparentemente con el propósito de verificar la gravedad del incidente.
Soto dejó a un niño que tenía seis años en ese entonces, y que actualmente tiene 14. Según el testimonio del progenitor, compartido en sus redes sociales, desde el fallecimiento de su madre, el niño asiste de manera constante a consultas con profesionales de la salud mental.
“Alrededor de esto ha habido mucho dolor y desde el primer momento perdonamos al tipo este, pero una cosa es ese perdón que uno da como humano y otra es la necesidad de que se haga justicia”, manifestó Chaves en una entrevista del 2020.
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