Este domingo 14 de febrero, un niño de 11 años se alistaba junto a su familia para asistir, en horas de la tarde, al bautizo de su sobrina de dos años.
Sin embargo, los planes dieron un giro inesperado cuando dos hombres llegaron, a eso de las 10 a .m., a tocar la puerta de la casa, ubicada en Matina de Limón.
La madre del pequeño, Mayra Raquel Pérez Mena, de 37 años, acudió a abrir la puerta y recibió una descarga mortal a quemarropa.
De inmediato, los atacantes ingresaron a la vivienda en busca de Josselyn Solórzano Pérez, de 24 años, hermana del pequeño y madre de la bebé, para matarla.
Los sujetos también le dispararon por la espalda a otra hermana, de 14 años, que trató de escapar por el patio de la vivienda.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) confirmó que tanto el niño como la bebé resultaron ilesos durante el ataque. Al parecer, el niño se ocultó debajo de una cama.
“La Unidad Regional de Atención Inmediata (URAI) de la Región Huetar Caribe atendió la situación. Los dos niños quedaron bajo la responsabilidad de recursos familiares, se brindó contención psicológica y se coordinó con el Hospital Tony Facio y la CCSS.
“La oficina local dará seguimiento psicosocial y legal a las familias”, puntualizó el Patronato.
Trascendió que en la vivienda también se encontraba la actual pareja de Mayra Pérez, quien resultó ileso durante la balacera.
Pese a que se le hicieron varias consultas, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) declinó brindar mayores detalles sobre este caso.
‘Trabajadoras y muy tranquilas’
Quienes viven en el barrio Carrandí, en Matina de Limón, amanecieron este lunes desconcertados.
Poco más de 24 horas después del cruel asesinato de una madre y sus dos hijas en ese sitio, nadie entiende ni conoce las causas que pudieron haber motivado el crimen, ya que, según los vecinos, las fallecidas eran personas “trabajadoras y muy tranquilas”.
La Nación visitó el sitio el triple homicidio. Algunos lugareños, que prefirieron mantener en reserva su identidad, solo expresaron cosas positivas sobre ellas.
Insistieron en que no eran problemáticas y, que por ello, este incidente no solo los tiene conmocionados, sino que también les causa mucho temor.
Los vecinos comentaron que Pérez, quien era de nacionalidad nicaragüense, tenía ya bastante tiempo de vivir en esa zona.
Mencionaron que, desde que la conocen, ella se caracterizó por ser “sumamente trabajadora y luchadora”.
“Ella vendía comida a la gente que trabajaba en las bananeras y quien la ayudaba mucho en ese negocito era su hija Josselyn.
“Ellas se levantaban de madrugada para tener toda la comida lista. Eran completamente enfocadas en salir adelante, por eso duele.
“Eran personas que no se metían con nadie, no eran problemáticas”, dijo uno de los lugareños.
Los vecinos sí recordaron que Pérez tiene un hijo que está preso en la cárcel de Limón, pero consideran que esa situación no tiene relación con este ataque.
Ante una consulta de La Nación, el Ministerio de Justicia indicó que el sujeto, de apellidos Solórzano Pérez, está encarcelado desde noviembre del 2018 por robo agravado.
La entidad precisó que el muchacho, de 21 años, fue condenado a cuatro años de prisión. Se intentó conocer más detalles sobre esta sentencia, pero no se obtuvo respuesta.
Por otra parte, trascendió que la adolescente asesinada, quien asistía al Colegio de Venecia, cumpliría 15 años este viernes 19 de febrero.
Para celebrarlo, había hecho una convocatoria para que sus amigos llegaran a disfrutar a su vivienda.