Las prendas ensangrentadas de bebé que se encontraron en un cañal en Juan Viñas de Jiménez, en Cartago, no pertenecen a la bebé Keibril Amira García Amador. Un análisis de laboratorio no encontró coincidencias entre la ropa y las muestras de ADN de la menor sustraída hace casi un mes.
“Después de realizar las pruebas a los indicios recolectados, no se logró obtener ADN humano en cantidad o calidad suficiente que coincida con un perfil genético, por lo que no fue posible compararlo con la muestra de la menor sustraída”, indicó este jueves el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Además, el OIJ detalló que la familia de la pequeña no reconoció las prendas halladas como propias de la niña y aunque desde un principio se descartó que fueran las que llevaba puestas el día de su desaparición, igualmente se procedió con la prueba para corroborar que no le cambiaron la ropa.
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El domingo 9 de abril, Keibril Amira García Amador, de nueve meses, desapareció cuando fue arrebatada de los brazos de su madre, una colegiala de 13 años, en Mata de Guineo, Cervantes de Cartago.
Desde ese mediodía y hasta el 24 de abril, decenas de voluntarios, rescatistas y policías peinaron fincas, ríos y plantaciones de caña para tratar de dar con su paradero, pero no hubo resultados. La búsqueda, incluso, la continuó por un par de días la familia de la pequeña, sin embargo, tampoco encontraron ningún indicio.
El principal sospechoso es un hombre de 33 años de apellidos Casasola Salas, quien es el padre biológico de la bebé y el padrastro de la adolescente de 13 años.
Los rastreos iniciaron en un cañal de Juan Viñas conocido como El Trapiche. Tres días después de peinar esa finca, las autoridades se desplazaron al río Pacayas por una nueva pista de un ciclista que escuchó a una bebé llorando en el río, así como un reporte de una vecina que conoce al sospechoso y lo vio pasar con el carro a alta velocidad, y con la música a todo volumen después del mediodía del domingo.
Sin embargo, luego de horas de labores en el cañón, no hubo hallazgos. En uno de los cañales se encontró el Nissan Sentra en el que Casasola se habría trasladado.
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Actualmente, Casasola cumple seis meses de prisión preventiva en un centro penitenciario en San Rafael de Alajuela. Durante su estadía pidió conversar con un agente del OIJ y fue llevado nuevamente a Cartago, pero a su llegada no quiso declarar. También le llevaron un familiar y tampoco quiso conversar.
El sujeto se habría robado a la niña previo a una prueba de paternidad que confirmaría o descartaría su parentesco. Lo que no tuvo en cuenta es que cuando la chiquita nació se le extrajo sangre para el tamizaje. Gracias a ello, el lunes 17 de abril se confirmó que es el padre biológico de la bebé y ahora también se le acusa de violación de menor de edad.