Las búsquedas diarias de Keibril Amira García Amador terminaron este lunes 24 de abril, luego de 15 días sin localizar a la bebé de nueve meses, sustraída en Mata de Guineo de Cervantes, el 9 de abril pasado.
Según precisó el Organismo de Investigación Judicial, la pesquisa continúa, pero no necesariamente con rastreos en sitios geográficos. “El OIJ agradece a todas las personas e instituciones que sumaron esfuerzos durante los días en que se desarrollaron las búsquedas”.
Eso significa que volverán al campo solo cuando aparezcan nuevas pistas sobre este caso, agregaron los voceros de la Policía Judicial ante consultas de La Nación.
En las últimas dos semanas a la bebé la buscaron en un cañal en Juan Viñas, en un botadero en Cervantes y en otras propiedades en Paraíso de Cartago. Conforme avanzaron los días, las autoridades reconocieron que es muy difícil que una bebé sobreviva tantos días sola.
El anuncio de la suspensión del trabajo de campo coincidió con la confirmación de que a Keibril Amira también la busca la Interpol. Es decir, no se descarta la posibilidad de que la niña fuera sacada del país.
También está pendiente el resultado de un análisis forense practicado a una ropa de bebé, que tenía manchas de sangre, y que fue localizada en el cañal de Juan Viñas.
En este caso el único sospechoso del robo es un sujeto de apellidos Casasola Salas, de 33 años, quien es el padre biológico de la bebé. A él se le procesó por un delito de sustracción de menor de edad y otro por violación, pues la madre de la niña es una adolescente de 13 años.
Al parecer, Casasola habría sustraído a la menor para impedir que se le practicara una prueba de ADN que confirmara su paternidad. No obstante, la prueba siempre se logró realizar, gracias a la información genética disponible en el tamizaje que se les realiza a los bebés cuando nacen.
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