Un padre de familia descubrió en una tableta electrónica que utilizaba su hija la existencia de un grupo de mensajería en el que se compartía material pornográfico, tanto de personas menores como mayores de edad. Ante el hallazgo, el hombre presentó la denuncia y eso permitió al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) desarrollar una investigación y descubrir que había integrantes de Costa Rica y otros nueve países.
Como parte del proceso, los agentes de la Sección Penal Juvenil “se percataron de que gran parte de los miembros del grupo eran menores de edad y, al continuar con las pesquisas, ubicaron los domicilios de algunos de los miembros de este grupo”, lo cual permitió desarrollar, junto a la Fiscalía Adjunta de Penal Juvenil, 14 allanamientos este miércoles en cantones de Cartago, San José, Alajuela y Heredia.
En las diligencias, los investigadores decomisaron equipos electrónicos como computadoras, celulares y dispositivos de almacenamiento de información, los cuales serán evidencias claves para la causa, que se sigue por el delito de difusión de pornografía.
“Por medio de la investigación se detectó que en el grupo también había personas de Panamá, República Dominicana, España, México, Perú, Argentina, Chile, Colombia y Paraguay, por lo que por medio de la Oficina Central Nacional de Policía Internacional (Interpol) del OIJ, se procedió a informar a las autoridades de esos países.
Los agentes judiciales identificaron a las personas de las viviendas allanadas, cuyo número y edad no fueron detalladas, y remitieron un informe de lo actuado al Ministerio Público para lo correspondiente.
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Caso inverso
A finales del año pasado trascendió que un individuo de 32 años negoció la compra de un teléfono celular usado y, una vez que lo tuvo en su poder, descubrió que en una de la aplicaciones habían quedado olvidados varios contactos, por lo cual aprovechó para enviarles material que contenía pornografía infantil.
El hecho lo descubrió el antiguo dueño del aparato durante los primeros días de noviembre, cuando personas conocidas lo increparon sobre el contenido sexual de los videos que estaba enviando. De inmediato, esa persona interpuso la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Puriscal, en San José, donde contó a los agentes que en una fecha reciente había negociado el celular con otro sujeto y que a cambió le habían dado una consola de videojuegos.
El hombre declaró que posiblemente en su antiguo aparato habían quedado sus contactos, quienes fueron los que alertaron del hecho delictivo. Los investigadores judiciales, por medio de varias diligencias policiales, identificaron al sospechoso, un individuo de apellidos Montenegro Aguilar.
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