"Desgraciadamente me tocó vivirlo en carne propia. Un jueves en la tarde-noche llegué a la casa y el ambiente está muy pesado. Mi esposa y mis hijos lloraban.
“Mi esposa me dijo que Mario (Chacón) le tocaba la vagina, le daba besos y en ocasiones le besó la vagina (a la niña). Me desesperé mucho, deseaba tenerlo al frente mío y decirle que por qué no me despedazaba a mí, estaba como endiablado, no podía creer eso, abrazaba a mi chiquita y lo que hacía era llorar y llorar”.
Con esas palabras inició su declaración Elman Rojas Guillén, padre de la niña que presuntamente fue abusada por un pastor evangélico en el 2015.
El hombre narró entre lágrimas a los jueces lo que su hija le contó a su esposa y a la vez descartó tener una deuda con Mario Chacón, el sospechoso de dos delitos de abuso sexual en perjuicio de una menor de edad.
Rojas recordó que desde que su hija fue víctima de abuso, han tenido una lucha diaria, en la que la atención psicológica ha sido constante.
Agregó que hasta la fecha, la menor se levanta pegando gritos en las noches porque sueña con lo que le pasó y que arrastra varios temores.
"Mi relación con él (Chacón) era muy buena, era mi guía espiritual y yo lo respetaba mucho (...).
“Muchos años fui peón de él, luego sembramos pedacitos y al final nos dividíamos la cosecha, nunca he tenido deudas con Mario (Chacón)", afirmó Rojas.
Esa versión contrasta con la brindada por el pastor evangélico el jueves de la semana pasada, cuando aseguró que la acusación surgió en un momento en el cual él le estaba cobrando al padre de la menor una deuda de ¢14 millones, correspondiente a un préstamo de 250 quintales de zanahoria.
Ese mismo día el pastor evangélico, de 46 años, afirmó que la menor “ha sido manipulada”.
Caso previo
Rojas también narró a los jueces que Chacón dejó de ser pastor en esa iglesia de Buenos Aires de Pacayas porque ya tenía una denuncia por abuso y también muchos problemas con la Junta Directiva, que al final decidió quitarlo.
Agregó que también una muchacha de apellido Gómez “le puso una denuncia porque la agarró a la fuerza para darle besos, la tocaba y le pedía fotos para ver cómo andaba, si no, no le daba trabajo".
La abogada de la menor, Angie Arce, y la representación fiscal pidieron que se escuchara la declaración de Gómez, quien contó que quitó la denuncia luego de que la cuestionaran.
“Él fue mi guía espiritual, fui bautizada por él. Esto (el abuso) me ocurrió tenía 15 años casi 16″, afirmó.
El caso por el que Chacón está en juicio se remonta al 2015, según consta en la acusación del Ministerio Público.
El primer día del juicio, el fiscal Joffrey Salas Fuentes, manifestó que los hechos habrían ocurrido entre los meses de enero y abril del 2015, en la casa del imputado en el cantón de Alvarado, Cartago.
Fueron dos casos y de acuerdo con Salas ocurrieron de manera similar. En ambos, el sospechoso que estaba en su cuarto, llamó a la menor (en ese momento tenía cinco años). Una vez en la habitación, cerró la puerta aprovechándose de la vulnerabilidad de la ofendida, así como de la relación de confianza existente, al ser el compañero sentimental de la abuela”. Luego, presuntamente, la abusó, dijo el fiscal.
"El acusado le manifestó a la niña que no debía decir nada porque si no la abuela (...) le pegaría y luego él también”, explicó.
Este debate es dirigido por los jueces Rodrigo Obando Santamaría, Jenny Almendariz Solís y Jennifer Mata Mora (quien preside).