“Es una alegría inmensa, no me cansaré de darle gracias a Dios y a la institución (Hospital del Trauma del Instituto Nacional de Seguros) por el milagro que hizo con mi hija. Llevar a mi hija de regreso al hogar es una felicidad inmensa”.
Con esas pocas, pero conmovedoras palabras, Ana Lía Narváez mostró su agradecimiento cuando faltaban tan solo pocos minutos para que su hija, la policía Kimberly Suárez, fuera dada de alta la tarde de este viernes, tras estar internada poco más de un mes.
Narváez brindó esas declaraciones a la oficina de prensa del INS, mientras esperaba a su hija, quien salió de ese centro médico a la 1:10 p. m.
La oficial, de 23 años, ingresó a un centro de salud desde el 9 de enero, día en el que ella recibió un disparo en la cabeza cuando, en conjunto con otros policías, atendía un incidente de violencia doméstica en Heredia.
LEA MÁS: Sujeto arrebata pistola a oficial en riña y le dispara en la cabeza a la policía Kimberly Suárez
Desde ese momento, se conoció de la gravedad de la lesión y por ello tuvo que ser intervenida quirúrgicamente el lunes 11 de enero en la noche en el Hospital México, donde era atendida.
Dos días después de la operación, Suárez fue pasada al Hospital del Trauma del Instituto Nacional de Seguros (INS), en donde permaneció hasta este viernes.
Pese a que su condición era delicada y a que los familiares pidieron no revelar mayores detalles, los médicos comunicaban los avances importantes en la salud de la policía.
De hecho, el 18 de enero, Jorge Espitaleta, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de ese centro médico, indicó que ella presentaba una mejoría en su estado de salud, sin extenderse mucho.
LEA MÁS: Policía Kimberly Suárez presenta ‘mejoría en su estado de salud’, afirma jefe médico
El 25 de ese mismo mes se dieron nuevas noticias: Kimberly ya estaba hablando y caminando por su cuenta.
LEA MÁS: Policía baleada en Heredia muestra notable mejoría: Ya habla y volvió a caminar por su cuenta
“Es una muchacha joven y muy fuerte, la recibimos en una condición de muchísimo cuidado, pero poco a poco ella ha empezado a responder a los tratamientos y el avance es sorprendente”, aseguró Espitaleta en aquel momento.
Y justo esos avances son los que permitieron que este viernes ella pudiera ser dada de alta.
Una mujer valiente
En una comunicación hecha este mediodía, Espitaleta explicó que el alta se le dio porque “la paciente está ambulatoria, se le retiraron ya las suturas de la cirugía realizada, porque tolera más la vía oral y porque se comunica”.
Sin embargo, recalcó que el éxito del proceso no se debió únicamente a la parte médica o científica.
“Nosotros le llamamos plasticidad cerebral, es cuando el cerebro logra acomodarse a nuevas cosas. En un cerebro más joven, hay más posibilidad de que mejore alguna funciones. Uno se lleva sorpresas con este tipo de pacientes con lesiones cerebrales, porque el cerebro tiene la capacidad de suplir algunas de sus zonas y, con ello, el paciente logra reincorporarse”, apuntó.
Eso sí, recalcó, todo va de la mano con la “valentía” de la oficial. “Cuando uno ve las imágenes de las tomografías que nos compartieron los primeros momentos los compañeros del México, uno tiene una perspectiva diferente. Es el primer choque de encontrar a una paciente de 23 años con serios problemas, pero que, conforme pasó el tiempo, evolucionó”.
“Fue una alegría”, aseguró.
Sobre qué procede ahora, Espitaleta indicó que la policía debe recibir rehabilitación. “Hay que darle seguimiento por otorrino, terapia de lenguaje, terapia física y hasta conductual, para poder volver a hacer las cosas que hacía”, concluyó.
Atención de incidente
Este caso trascendió la tarde del sábado 9 de enero, cuando ella, junto con otros dos compañeros, atendían un caso de violencia doméstica en el barrio Siglo Veintiuno, en Llorente de Flores, Heredia.
Ese día, la Policía recibió una alerta de parte de vecinos sobre una mujer que, al parecer, estaba siendo agredida. Al revisar, detectaron que se trataba de un caso que ya había sido calificado de alto riesgo.
Ya en el sitio, comprobaron que un sujeto, de apellidos Ruiz Juárez, había incumplido las medidas de protección que el 27 de agosto del 2020 otorgó el Juzgado de Violencia Doméstica a una mujer de 27 años, apellidada Montoya Espinoza.
La pareja tenía una relación de convivencia que terminó el 26 de agosto del año anterior, debido a que, al parecer, el hombre golpeaba y ofendía a la víctima. Asimismo, se sospecha que la amenazaba con hacerle daño a uno de sus hijos, detalló la Fiscalía de San Joaquín de Flores.
Entonces, en apariencia, cuando Ruiz notó la presencia policial se tornó agresivo y eso hizo que se presentara una riña con los oficiales. En medio forcejeo, el hombre le arrebató el arma de reglamento a uno de los uniformados, con la cual luego disparó a Suárez.
Luego de los hechos, los policías asistieron a su compañera, al tiempo que el sospechoso fue detenido y la escena asegurada para evitar que se perdiera alguna evidencia o que pasara a más.
Por esos hechos, Ruiz descuenta desde el 10 de enero seis meses de prisión preventiva, mientras avanza la investigación en su contra por los presuntos delitos de tentativa de homicidio, maltrato, amenazas contra una mujer, incumplimiento de una medida de protección y resistencia agravada.
A raíz de este caso, la Policía aseguró que revisará si el protocolo empleado en el sitio fue el ideal o si debe mejorarse, al igual que el entrenamiento que reciben los oficiales.