EscucharEn las cárceles son frecuentes los decomisos de droga, celulares u armas en manos de los propios reos. Lo que no es común es que sean policías penitenciarios los que movilicen sustancias o artículos ilícitos, como ocurrió este lunes en el Centro de Atención Integral Jorge Arturo Montero, conocido como La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
Uno de los agentes, de apellido Rojas, con 11 años de servicio, tenía en su poder 350 gramos de aparente cocaína y dos celulares. A otro, apellidado Espinoza, con cinco años de servicio, se le decomisó un router o enrutador que permite la conexión inalámbrica de las redes de Internet. Y aunque en los centros penitenciarios están bloqueadas las señales de telecomunicaciones, los reclusos siempre buscan mecanismos para vulnerar los controles.
Según Érika Madriz, directora de la Policía Penitenciaria, la operación de este lunes es parte de un trabajo conjunto de cero tolerancia a presuntos actos de corrupción de funcionarios públicos. Ambos oficiales fueron puestos a las órdenes de las autoridades judiciales para el trámite correspondiente.
Por su parte el ministro de Justicia, Gérald Campos, dijo que el mensaje es claro en el sentido de que no van a tolerar el ingreso de droga ni artículos para que los privados de libertad cometan delitos desde las celdas. “No podemos permitir policías que pasen la raya y se vayan al lado del crimen organizado”, afirmó Campos.
En las últimas semanas las autoridades del Ministerio de Justicia, en asocio con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fuerza Pública vienen realizando operativos sorpresa para decomisar artículos ilegales y reducir la incidencia de estafas. A principios de junio se informó de que, gracias a estas acciones, en un plazo de diez días se decomisaron 90 teléfonos celulares, 58 chips móviles para celulares, 1,7 kilos de diferentes tipos de droga y más de 100 armas blancas.
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Los oficiales también confiscaron un dron que ingresó al Centro de Atención Integral (CAI) Terrazas, en San Rafael de Alajuela, y que fue ubicado detrás del pabellón A. Por otra parte, se incautaron cuadernos y otros artículos a los privados de libertad.
Colaboró en esta información el periodista Hugo Solano.
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