El sospechoso por el feminicidio ocurrido este jueves, en Santa Cruz de Guanacaste, dedicaba de forma constante publicaciones de amor a su pareja, María Fernanda Quesada Gutiérrez, en sus redes sociales.
El ahora detenido, un hombre de 40 años de apellidos Rovira Vargas, publicaba mensajes como “Fernanda, ¡tú eres lo más importante y preciado mi vida! ¡Gracias por estar conmigo y hacer que sea siempre todo mejor! ¡Por ser mi motor y mi motivación!”. Esto lo publicó en su perfil de Facebook el 6 de abril del 2021, cuando cumplieron dos años de matrimonio.
Ese mismo día, el hombre publicó: “El matrimonio es un compromiso de corazón para toda la vida, ¡y es algo maravilloso poder vivirlo y disfrutarlo juntos!, como dicen... en las buenas y en las malas. (...) ¡Gracias por todo mi amor! ¡Vamos para adelante siempre y que sean mil años más juntos! ¡Te amo y te amo! ¡Gracias por existir para mí!”.
Rovira, al parecer, asesinó a puñaladas a Quesada Gutiérrez en la localidad de Garita Nueva de Tamarindo. Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el mismo Rovira llamó al 9-1-1 para alertar sobre lo sucedido, y luego fue capturado a 26 kilómetros del lugar del crimen, mientras intentaba huir en un automóvil.
Desde diciembre del 2021, existía una medida de protección en favor de la víctima, dictada por el Juzgado Penal de Santa Cruz. Asimismo, Quesada estaba incluida en el programa de Comités locales para la Atención Inmediata y el Seguimiento de Casos de Alto Riesgo por Violencia contra las Mujeres (Clais).
Rosey López Monge, experta del Departamento de Violencia de Género del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), explicó que identificar indicios de violencia en nuestra cultura es complejo, porque existe “una línea muy delgada entre lo que nos han programado como amor romántico y lo que puede ser violento”.
López expuso que actos que inicialmente parecen de afecto, eventualmente se pueden convertir en acciones de manipulación y violencia. Por ejemplo, alguien que le diga a su pareja que la va a dejar y a recoger al trabajo todos los días.
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“De pronto, cuando la persona se dio cuenta, no tiene contacto con nadie más, uno puede decir ‘wow, qué detalle’, pero después cuando uno lo ve en el tiempo, se puede limitar la libertad, de decir algún día ‘voy a llegar tarde’, o ‘voy a dar una vuelta’”, señaló.
Otra señal que puede ser interpretada como amor, pero luego convertirse en una forma de control, es limitar la ropa que usa la mujer. Asimismo, impedirle que trabaje puede restringir su situación económica y su movilización en caso de que la relación se torne violenta.
Una vez empieza la violencia doméstica, López indicó que para muchas mujeres es complicado darla a conocer, porque sienten vergüenza y culpa por lo sucedido. Mientras que en redes sociales puede parecer que la relación continúa en buenos términos.
“Al final una no sabe qué tanto de lo que puede ver ahí es real o no, una dice ‘wow, tal persona se fue de viaje’, pero resulta que tuvo que hacer un préstamo, y una se imagina una historia detrás de ese viaje o detrás de una foto muy linda donde se festeja una fiesta de matrimonio”.
“A veces la gente dice ‘pero qué raro, si parecía que se llevaban bien, compartían, subían fotos juntos’, y de pronto la noticia. La violencia se da en el espacio de la intimidad. Eso no lo voy a compartir, a nivel general pareciera que todo está bien, y de pronto en lo cotidiano, cuando una ve, hay un montón de historias sin resolver lamentablemente”, concluyó López.
Las autoridades han insistido en la necesidad imperiosa de denunciar todo tipo de violencia y la vía más simple es por medio de la línea de emergencias 9-1-1. Una llamada a tiempo puede salvar vidas.